MADRID, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
El mediador de Naciones Unidas y la Liga Árabe para el conflicto en Siria, Lajdar Brahimi, ha declarado que el primer día de conversaciones directas entre el Gobierno y la oposición de Siria no ha arrojado grandes avances aunque destacó la necesidad de aprovechar estos primeros instantes para crear "una atmósfera de diálogo" y, sobre todo, obtener concesiones humanitarias de ambas partes.
Brahimi ha comparecido ante los medios reunidos en la sede de Naciones Unidas en Ginebra (Suiza) tras actuar como enlace en los dos encuentros directos, uno por la mañana y otro por la tarde, que de momento han concluido con la posibilidad de que ambas partes acuerden un alto el fuego temporal que permita, a partir del lunes, la apertura de un corredor humanitario a las ciudades rebeldes asediadas por el Ejército sirio, Homs en particular, donde permanecen atrapadas más de 250.000 personas.
"De momento no hemos conseguido gran cosa, pero seguimos en ello", declaró Brahimi al término de la jornada. Ambas partes tienen previsto reunirse de nuevo mañana, esta vez para abordar la liberación de los prisioneros que tanto Ejército como rebeldes tienen en su poder.
Sobre el alto el fuego, el delegado de la oposición Anas al Abdah, ratificó en declaraciones recogidas por el periódico 'The Independent' que el brazo armado de la CNFORS, el Ejército Libre Sirio, "ha aceptado un cese temporal de hostilidades" e informó de que la oposición ya ha iniciado los contactos pertinentes con la Media Luna Roja para coordinar la llegada de ayuda.
"Ahora le toca al régimen corroborar el alto el fuego, que será una prueba de su compromiso", añadió Al Abdah, quien se mostró "precavidamente optimista" sobre el acuerdo, porque "en esas zonas asediadas hay gente leal al régimen que está sufriendo".
El mediador advirtió de que la actual situación "es extremadamente compleja, muy difícil" y recordó que tanto él como los delegados asistentes a las conversaciones de paz Ginebra 2 no están persiguiendo un acuerdo integral de paz, sino pequeñas concesiones que alimenten la confianza entre ambas partes, y siempre enfocadas en la cuestión humanitaria.
A pesar de que ambas delegaciones compartieron la misma sala, entraron por puertas diferentes y jamás se dirigieron la palabra. Brahimi actuó como interlocutor "como sucede en una discusión civilizada", se justificó el mediador, quien reiteró que el de hoy "ha sido un buen comienzo". "Rezo por dar mañana buenas noticias" en relación a asuntos humanitarios, concluyó.
Tras la comparecencia de Brahimi, el portavoz de la Coalición Nacional de las Fuerzas de la Oposición y la Revolución en Siria (CNFORS), Monzer Akbik, explicó que el proceso de paz ha comenzado con buenas intenciones. "Los dictadores no suelen escucharnos, pero hoy han tenido que hacerlo. Han escuchado la voz del pueblo sirio que desea el inicio de una transición desde la dictadura a la democracia", declaró Akbib, en comentarios recogidos por la cadena británica BBC.
Por contra, el embajador de Siria ante Naciones Unidas, Bashar Jafari, ha reiterado que la prioridad no es la transición política --que implicaría la salida del poder del presidente sirio, Bashar al Assad, sino "poner fin al terrorismo y a la violencia", empleando la denominación que otorga el Estado sirio a los grupos armados rebeldes.
Además, el diplomático acusó a la coalición de "albergar odio personal hacia el gobierno a saber por qué razones". "Deberíamos poder hablar sobre cualquier cosa, sin ningún tipo de sesgo, y sin condiciones previas ni agendas ocultas", señaló.