RAMALA (CISJORDANIA), 5 (Reuters/EP)
Las protestas violentas provocadas por el secuestro y asesinato del joven palestino que fue encontrado muerto en Jerusalén Este y que se ha confirmado que murió quemado vivo, Mohamed Abú Judair, se han extendido hacia áreas que normalmente se encuentran en calma.
Los manifestantes palestinos han tirado piedras a los vehículos y han quemado algunos coches. Decenas de personas han sido detenidas durante las marchas, según han informado las autoridades. Un conductor judío ha sido obligado a abandonar su vehículo antes de que los manifestantes prendiesen fuego a su coche y una mujer ha sufrido heridas leves producidas por las piedras que han caído en su vehículo.
Las autoridades palestinas, en un intento por calmar la situación, han asegurado que prevendrán cualquier intifada o levantamiento. Muchos palestinos, incluido el presidente de la Autoridad Palestina, Mamud Abbas, han atribuido la muerte de Abú Judair a los grupos de extrema derecha judíos, como venganza a los tres colonos israelíes asesinados previamente.
Las tensiones han continuado en la Franja de Gaza donde aviones militares israelíes han bombardeado tres objetivos de Hamas en respuesta al fuego de mortero y a los 14 proyectiles lanzados hacia su territorio. Estos proyectiles no han provocado víctimas.
Las tensiones entre israelíes y palestinos han crecido sustancialmente después de que tres jóvenes israelíes fuesen secuestrados el 12 de junio y, días después, fueran encontrados muertos en Cisjordania. Este crimen fue sucedido por el secuestro de Judair, de 16 años, el miércoles en su barrio de Jerusalén Este. Su cuerpo fue encontrado carbonizado horas más tarde en un bosque a las afueras de la ciudad.
"La causa directa de la muerte fueron las quemaduras resultado del fuego y sus complicaciones", ha explicado Mohamed al Awewy, en declaraciones realizadas el viernes por la noche.
En el funeral de Judair el viernes, los palestinos lanzaron gritos de "¡Intifada! Intifada", un llamamiento a un nuevo alzamiento popular contra Israel, y tiraron piedras a la Policía israelí. Los agentes respondieron con gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y balas de goma en una de las mayores demostraciones de enemistad en Jerusalén en muchos años.