Putin y Poroshenko se reúnen esta semana en Milán en los márgenes de la cumbre de líderes asiáticos y europeos

MOSCÚ, 15 Oct. (Reuters/EP) -  

   Los presidentes de Rusia y de Ucrania, Vladimir Putin y Petro Poroshenko, se reunirán esta semana en Milán coincidiendo con la celebración de la cumbre de líderes asiáticos y europeos que va a acoger la ciudad italiana, ha informado el asesor del Kremlin Yuri Ushakov.

   Ushakov ha dicho que Putin y Poroshenko podrían reunirse aprovechando la celebración de este encuentro internacional, que tendrá lugar el jueves y el viernes, pero que todavía no han cerrado cuándo. Putin, según ha explicado, tiene previsto reunirse el jueves con la canciller alemana, Angela Merkel.

   Horas antes, el Kremlin ha informado en un comunicado de que Putin y Poroshenko han hablado por teléfono para discutir medidas para imponer la paz y la estabilidad en el este de Ucrania. Entre los temas que podrían abordar en su encuentro esta semana figura la disputa por el gas. La compañía gasística Gazprom cortó el suministro de gas a Ucrania el pasado mes de junio después de que las autoridades de Kiev no pagaran las deudas que mantienen y que se aproximan a los 5.000 millones de dólares (3.900 millones de euros).

   Ucrania afronta el riesgo de quedarse sin suministro este viernes si no llega a un acuerdo sobre el gas, al igual que le sucedió en 2006 y 2009. Europa recibe un tercio del gas que necesita desde Rusia y en torno a la mitad del suministro se bombea pasando por Ucrania.

   Responsables de Rusia y de la Unión Europea, que ejerce de mediadora en esta disputa, creen que podría estar cerca la consecución de un acuerdo. El sábado pasado, el presidente Poroshenko dijo que esperaba ver un "avance significativo" en este tema durante la cumbre de Milán.

   Los esfuerzos para lograr un pacto se han visto enturbiados por la crisis de seguridad en el este de Ucrania. El Gobierno ucraniano y los países occidentales acusan a las autoridades de Moscú de estar apoyando a los separatistas prorrusos con fuerzas militares y armamento, una acusación que el Kremlin siempre ha negado.