Actualizado: viernes, 20 diciembre 2013 8:31

MADRID 20 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno norcoreano ha amenazado con atacar Corea del Sur "sin aviso previo" en respuesta a las manifestaciones contra Pyongyang celebradas en Seúl con motivo del segundo aniversario de la muerte del líder norcoreano Kim Jong Il, según ha informado el Ministerio de Defensa surcoreano.

En base a estas informaciones, la Comisión Nacional de Defensa de Corea del Norte ha enviado este jueves un fax al Consejo de Seguridad Nacional de Corea del Sur con la amenaza, tal y como ha recogido la agencia surcoreana de noticias Yonhap.

El Ministerio de Defensa surcoreano ha respondido inmediatamente a través de la línea militar advirtiendo de que "reaccionará severamente" a cualquier tipo de provocación, ha dicho el portavoz de la cartera, Kim Min Seok.

Las manifestaciones, protagonizadas por grupos conservadores surcoreanos y desertores norcoreanos, centraron sus críticas en el autoritarismo de Pyongyang y las violaciones de Derechos Humanos en el país. Algunos de los participantes quemaron imágenes del actual mandatario, Kim Jong Un.

En respuesta, Pyonyang condenó las protestas afirmando que insultaban la "dignidad" del país y amenazó con responder "sin piedad" contra Corea del Sur.

La noticia de la amenaza norcoreana ha llegado horas después de que el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Martin Dempsey, afirmara que la ejecución de Jang Song Thaek, tío de Kim Jong Un, y hasta ahora 'hombre fuerte' de Pyongyang, podría ser un preludio de algún tipo de "provocación" por parte de Corea del Norte.

"Este tipo de acciones internas por parte de dictadores suelen ser un precursor a una provocación para distraer la atención sobre lo que están haciendo en el interior de dicho país", ha sostenido, durante una rueda de prensa celebrada en el Pentágono.

La sentencia contra Jang fue dictada la semana pasada por un tribunal militar y su aplicación fue inmediata. Según la agencia estatal norcoreana de noticias, KCNA, el "traidor" conspiró para "derrocar" el régimen actual "con toda clase de intrigas y métodos despreciables".

Pyongyang acusaba a Jang de formar su propia facción dentro del Partido de los Trabajadores, así como de desobedecer la ordenes de su sobrino. Las autoridades también le vinculaban con irregularidades y actos de corrupción.

Estas acusaciones le costaron inicialmente a Jang ser apartado de todos sus cargos, incluido el de vicepresidente de la poderosa Comisión de Defensa Nacional. El Gobierno también le había expulsado del órgano de dirección del Partido de los Trabajadores.

Jang estaba casado con la tía materna de Kim Jong Un, Kim Kyong Hui, y era una suerte de tutor o mentor del joven líder norcoreano desde que asumió el poder hace dos años. La noticia de su cese surgió a raíz de informaciones de la Inteligencia surcoreana que fueron confirmadas 'a posteriori' por la agencia estatal del Norte.

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