LA HABANA, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente cubano, Raúl Castro, reiteró este domingo la disposición de la isla para mantener un diálogo "entre iguales" con Estados Unidos, pero lamentó que frente a esta buena voluntad "el enemigo está tan activo como siempre", en alusión principalmente a la detención de un "contratista" norteamericano que proveía de comunicaciones vía satélite a organizaciones sociales contrarias a la política de La Habana.
Durante el discurso de clausura de la legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Castro se mostró dispuesto a mantener un "diálogo respetuoso y entre iguales" con Washington, siempre y cuando no merme la "independencia, soberanía y autodeterminación" cubana. "Si el gobierno norteamericano realmente desea avanzar en las relaciones con Cuba, le recomiendo dejar atrás los condicionamientos de orden interno que pretende imponernos y que sólo a los cubanos compete decidir", indicó.
Tomando como aval las voces de la comunidad internacional que piden un cambio de la política de presión norteamericana sobre la isla, Castro recordó que pese a la "campaña propagandística" lanzada desde Washington acerca de un posible acercamiento con La Habana, siguen "intactos" los "instrumentos de la política de agresión".
A juicio del dirigente isleño, el Gobierno que encabeza Barack Obama no ceja en su empeño por "destruir la Revolución", y puso como ejemplo la localización en las últimas semanas de nuevas acciones de "subversión", según informó Prensa Latina.
"El enemigo está tan activo como siempre, muestra de ello es la detención en días pasados de un ciudadano norteamericano, eufemísticamente denominado en declaraciones de los voceros del Departamento de Estado como 'contratista' de su Gobierno", apostilló. Se refirió de esta forma a una persona que presuntamente se dedicaba a suministrar de forma ilegal sistemas de comunicación vía satélite a organizaciones disidentes con el régimen cubano.
Castro señaló que el presupuesto de la administración estadounidense incluye, "sin sonrojo alguno", una partida pública de unos 55 millones de dólares (unos 38,3 millones de euros) para respaldar la democracia y la defensa de Derechos Humanos en Cuba.
"Y estos no son los únicos fondos que se destinan a estos fines, son sólo los que se informan oficialmente", agregó. Asimismo, señaló que esta propaganda llega a través de los "antipatrióticos asalariados", como denominó a los medios de comunicación, que aumentan la "actividad provocadora" en las calles.