TOKIO 25 May. (EUROPA PRESS) -
Los reactores uno y dos de la accidentada central nuclear de Fukushima-1 en Japón están plagados de agujeros de entre siete y diez centímetros de diámetro, según ha confirmado este miércoles la compañía eléctrica nipona TEPCO.
En la vasija de contención del reactor uno, podría haber aparecido un agujero de tres centímetros 18 horas después del terremoto y posterior tsunami que azotó la costa este nipona el 11 de marzo, según unos datos de TEPCO y transmitidos a la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial japonesa en un extenso informe sobre la coyuntura en Fukushima.
Sin embargo, el boquete se fue agrandando conforme pasaba el tiempo, alcanzando un diámetro de hasta siete centímetros 50 horas después del seísmo, mientras que un agujero en la vasija de contención del reactor dos podría haber alcanzado los diez centímetros de ancho en tan sólo 21 horas.
Una segunda perforación de similares dimensiones podría haberse producido en el reactor dos tras la explosión de hidrógeno registrada el 15 de marzo, según ha informado la cadena estadounidense CNN.
"Este informe no es decisivo. Nadie ha entrado a estas áreas (afectadas) y no podemos confirmar esto como hecho", sostiene TEPCO, que matiza que dicho documento formula presuposiciones sobre lo que ha podido pasar dentro de los reactores de la planta de Fukushima-1.
Una perforación en la vasija de contención de un reactor implica una alta probabilidad de que los materiales radiactivos que contiene el núcleo puedan salir al edificio del reactor donde se encuentra, lo que ya se ha producido. Expertos nucleares y científicos advirtieron hace tiempo de estos potenciales daños que se podrían haber producido en los reactores.
De hecho, la gran cantidad de restos radiactivos contenidos en los edificios de los tres reactores más afectados por el terremoto y posterior tsunami han dificultado la construcción de un sistema de refrigeración eficiente que sustituya al que ya tenía la central, pero que quedó prácticamente inutilizado el 11 de marzo.
Este sistema de refrigeración, ha dicho TEPCO, es fundamental para el cierre de la central, que se estima que culmine en los próximos cinco y ocho meses, el objetivo establecido por la compañía eléctrica nipona.