Actualizado: viernes, 10 febrero 2017 22:03

SANÁ 10 Feb. (Reuters/EP) -

Los rebeldes huthis, que cuentan con el control de la capital de Yemen, han hecho un llamamiento este viernes a Naciones Unidas para que tome partido y acabe con la violencia en el país e investigue los bombardeos llevados a cabo por la coalición internacional que lidera Arabia Saudí.

En una carta dirigida al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, han urgido a Naciones Unidas a investigar el ataque aéreo que llevó a cabo la coalición liderada por Arabia Saudí contra un funeral en Saná el año pasado. También han solicitado a Naciones Unidas que no renueve el mandato de su enviado especial, Ismail Ould Sheij Ahmed.

"Naciones Unidas debería tomar una postura muy seria contra las agresiones extranjeras en Yemen y acabar con el bloqueo aéreo y naval que ha impuesto Arabia Saudí", han escrito en la carta, supuestamente citando al comandante huthi Salé al Sammad.

La misiva supone un duro golpe para Naciones Unidas, que desde 2015 lleva trabajando para acabar con el conflicto entre los huthis, que cuentan con el apoyo de Irán, y el Gobierno yemení, apoyado por la coalición árabe.

El conflicto, que el próximo mes de marzo cumplirá dos años, ha provocado una crisis humanitaria sin precedentes, ya que más de 10.000 personas han perdido la vida y casi la mitad de la población yemení sufre inseguridad alimentaria grave.

Ould Sheij Ahmed, que ha trabajado como enviado especial de la ONU para Yemen desde abril de 2015, ha impulsado varios acuerdos de alto al fuego, que nunca han llegado a durar más de unos días.

A principios de semana, las tropas del Gobierno yemení consiguieron recuperar el control de la ciudad de Al Moja, en la costa del Mar Rojo, un avance que les acerca a Hodeidah, la ciudad portuaria más importante del país, que está bajo control de los huthis.

Naciones Unidas ha indicado este viernes que la coalición que lidera Arabia Saudí ha intensificado los ataques aéreos en Hodeidah y ha mostrado su preocupación por los informes que ha recibido sobre los civiles de Al Moja atacados por huthis.

En Yemen, alrededor de 12 millones de personas, prácticamente la mitad de la población, se enfrentan a la amenaza inminente de que se produzca una hambruna y sus condiciones cada día empeoran más, por lo que Naciones Unidas ha pedido nuevos fondos para hacer frente a la crisis.

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