DONETSK (UCRANIA), 7 May. (Reuters/EP) -
Los rebeldes prorrusos que controlan Donetsk ultiman ya los preparativos para la consulta independentista del próximo domingo con la idea de que Kiev ya les ha dado la espalda. "Ya no estamos en Ucrania", ha dicho el responsable de la autoproclamada comisión electoral, Roman Liagin.
"Simplemente ya no podemos vivir en Ucrania. Ucrania ya nos ha dicho adiós de facto", ha lamentado Liagin, de 33 años, en declaraciones a la agencia Reuters.
Pese a que no comparte las formas de los milicianos que se hicieron con el control de la región hace un mes, sí comparte sus objetivos. "Todas las revoluciones acumulan un buen porcentaje de locos", ha apuntado.
Donetsk es un cinturón industrial clave para Ucrania y celebrará el domingo un referéndum no reconocido por Kiev y tachado de fraude desde Washington y Bruselas. Queda por ver cuál será la respuesta de Moscú, que avaló una consulta similar celebrada en febrero en Crimea y que terminó con la anexión de esta península a la Federación Rusa.
Liagin considera segura la victoria del 'sí' a la secesión, si bien las encuestas de opinión publicadas recientemente revelan que sólo una minoría es partidaria de esta postura. En cualquier caso, la consulta carecerá de garantías como la presencia de observadores o un umbral mínimo de participación para que sea válida.
Kiev, por su parte, propone su propio referéndum sobre la posible descentralización de competencias, pero condiciona su celebración a que termine los combates. El vicejefe de gabinete de la Presidencia ucraniana, Andri Senchenko, advirtió el martes de que un plebiscito "no debe celebrarse bajo la presión de una pistola".