ROMA 2 Dic. (Reuters/EP) -
El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, ha hecho este viernes su último llamamiento a los italianos para que apoyen la reforma constitucional impulsada por su Gobierno en el referéndum de este domingo, que podría costarle el cargo.
"Este domingo puede cambiar las vidas de nuestros hijos", ha dicho a sus seguidores en el mitin de cierre de campaña que ha dado en su ciudad natal, Florencia. "No es por nosotros, no es por un partido político, es por ellos", ha defendido.
Renzi ha planteado esta consulta popular como una cuestión de confianza en términos personales. Si pierde ha prometido dimitir, pero si gana pretende reforzar sus políticas y defenderlas con mayor respaldo popular en los foros europeos.
"Si gana el 'sí', Italia se convertirá en el líder de Europa", ha llegado a decir el jefe de Gobierno. Renzi pretende bloquear el presupuesto de la UE para forzar una mayor inyección de dinero a Italia con la que el país pueda afrontar la crisis migratoria.
La oposición, sin embargo, cree que la enmienda de la Carta Magna, que limita el papel del Senado y el poder territorial para garantizar la estabilidad del Gobierno central, elimina el sistema de contrapesos de la democracia italiana.
Beppe Grillo, fundador del Movimiento 5 Estrellas, también ha planteado esta votación como un examen al 'establishment' italiano. "Tenemos un país que está atrapado en el fango", ha dicho en alusión a la crisis y la corrupción en el mitin de cierre en Turín.
"TERREMOTO ECONÓMICO"
Los sondeos sobre intención de voto, cuya difusión está prohibida desde el pasado 18 de noviembre pero siguen llegando, dan una clara ventaja al 'no', lo que hace temer a Europa una nueva crisis política en la nación transalpina.
Se espera que, si el 'no' se impone en las urnas, Renzi acuda al Palacio de Quirinale para presentar su dimisión al presidente, Sergio Mattarella, quien, de acuerdo con fuentes italianas, podría pedirle que permanezca en el cargo para dar estabilidad política.
La salida de Renzi conduciría a nuevas elecciones o a un Gobierno de tecnócratas como el surgido en los albores de la crisis económica. El primer ministro ya ha anticipado que no estará presente en ninguno de los dos escenarios.
Por su parte, el ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, ha lanzado un mensaje de calma a los mercados, asegurando que "no hay riesgo de que se produzca un terremoto económico" si pierde el 'sí', aunque ha reconocido que habrá "48 horas de turbulencias".