BANGUI, 2 Nov. (Reuters/EP) -
La presidenta de República Centroafricana, Catherine Samba-Panza, ha acusado este lunes a la Misión Multidimensional Integrada de Naciones Unidas para la Estabilización de República Centroafricana (MINUSCA) de fracasar en su intento de contener la violencia en el país.
"Deben hacerse esfuerzos adicionales", ha dicho Samba-Panza en un mensaje dirigido a la nación, de cara a dos eventos "cruciales" para Repíblica Centroafricana: la visita del Papa entre el 28 y el 29 de noviembre y las elecciones generales del 13 de diciembre.
En concreto, Samba-Panza ha reclamado a los 'cascos azules' que "se encarguen de que Bangui sea seguro" durante estos dos eventos, proponiendo la instalación de "bases avanzadas" en los barrios más peligrosos de la capital para controlar la situación a nivel local.
Las tropas de la organización internacional están presentes en el PK-5 --principal enclave musulmán de Bangui-- desde el año pasado, pero eso no ha impedido que 90 personas hayan muerto en ataques de odio desde septiembre, cuando fue hallado el cadáver de un musulmán.
Samba-Panza también ha insistido en que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe poner en marcha el Tribunal Penal Internacional (TPI) para que los líderes políticos que están detrás de los disturbios sean sancionados.
República Centroafricana está sumida en el caos desde 2013, cuando la alianza islamista Séléka tomó el poder. A su salida del Gobierno, las milicias cristianas 'anti-balaka' emprendieron una ofensiva para vengar la persecución sufrida durante el breve mandato musulmán, desatando una ola de violencia religiosa que aún continúa.
Casi 400.000 personas han huido a otras zonas del país durante el conflicto sectario, mientras que otras 440.000 han buscado refugio en los estados vecinos, según un informe reciente de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).