Actualizado: lunes, 14 diciembre 2015 17:25

BANGUI, 14 Dic. (Reuters/EP) -

El Gobierno de República Centroafricana (RCA) ha ampliado a este lunes la posibilidad de votar en el referéndum constitucional --que pretende poner fin a tres años de conflicto--, tras la violencia desatada el domingo.

Una fuente de la Cruz Roja ha asegurado que cinco personas murieron y que otras 34 resultaron heridas durante los enfrentamientos en la capital, Bangui, lo que ha sido calificado por el comandante de la Misión de Pacificación de la ONU en el país (MINUSCA) como un intento de "sabotear" la votación.

"Desde las 7:00, miles de personas han votado", ha celebrado el portavoz del barrio PK5, el principal enclave musulmán en Bangui y escenario de los enfrentamientos del domingo. "Estamos determinados a votar a pesar del tiroteo", ha añadido. Este lunes, las calles de Bangui están tranquilas y se han dejado ver algunos soldados de la MINUSCA en las encrucijadas clave.

Sin embargo, un portavoz de la oficina del primer ministro ha asegurado que combatientes leales al comandante de Séléka Nourddine Adam han impedido votar a los ciudadanos en algunas zonas del norte del país. La facción de Adam ha subrayado que no se dan las condiciones, como el retorno de refugiados, para que el referéndum pueda llevarse a cabo.

La presidenta de la Autoridad de Elecciones Nacionales (ANE), Marie-Madeleine N'Kouet, ha explicado que los resultados deberían estar disponibles en 72 horas. El referéndum se ha celebrado de cara a los comicios presidenciales y legislativos del 27 de diciembre, que habían sido atrasados.

INESTABILIDAD HISTÓRICA

Los ciudadanos de RCA han llevado a que el Gobierno provisional celebre elecciones, argumentado que es la única forma de terminar con el ciclo de violencia, el cual empezó cuando los rebeldes musulmanes Séléka se hicieron con el poder en 2013.

Desde entonces, miles de personas han sido asesinadas y casi un millón se han visto obligadas a huir, ya que las milicias cristianas --confesión mayoritaria en el país-- han lanzado ataques en represalia. Dos gobiernos provisionales sucesivos así como miles de 'cascos azules' y soldados de mantenimiento de la paz franceses han intentado sin éxito hasta el momento detener la lucha y desarmar a las milicias.

El Papa Francisco visitó Bangui en noviembre para pedir a cristianos y musulmanes que pusieran punto y final a la violencia en un país históricamente inestable. Aunque los enfrentamientos se detuvieron brevemente durante su visita, se han registrado más muertes desde entonces.

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