BRASILIA, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha advertido este viernes en contra de la "politización" de la Justicia, al considerar que se trata de "un paso atrás en la historia", en medio de la ofensiva judicial contra ella y su Gobierno.
"Mi Gobierno ha garantizado la autonomía de la Policía Federal para investigar lo que fuese necesario, mi Gobierno respeta al Ministerio Público y al Poder Judicial. Ahora, creemos que la politización de cualquiera de estos órganos es un paso atrás en la historia", ha dicho.
"Nada ni nadie puede defender una justicia o una política a favor de alguien por criterio político", ha incidido, en el marco de una entrega de viviendas públicas del Programa Minha Casa Minha Vida en el estado de Bahia, según informa Agencia Brasil.
Rousseff ha insistido en que las escuchas telefónicas practicadas por el juez federal Sergio Moro fueron ilegales porque para interceptar las comunicaciones del presidente se debe pedir la autorización del Tribunal Supremo y ha recalcado que responderá con "todas las medidas apropiadas".
La líder izquierdista ya lanzó esta advertencia el jueves y Moro contestó que "tenía autorización legal", "había causa justa" y "ni el mismísimo mandatario supremo tiene un privilegio absoluto en el resguardo de sus comunicaciones". Al respecto recordó el caso del Watergate.
LAS ESCUCHAS
Moro divulgó el jueves la transcripción de una conversación telefónica entre Rousseff y el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva en la que ambos maniobran para evitar que sea detenido por su presunta implicación en la trama corrupta de Petrobras.
"Estoy mandándote a Bessias (Jorge Rodrigo Araujo Messias, jefe adjunto de Asuntos Jurídicos) junto con el papel, para que puedas tenerlo y usarlo en caso de necesidad", le dice Rousseff a Lula, en alusión al documento que le acredita como miembro del Gobierno.
Además, el juez federal ha indicado que "en algunas conversaciones telefónicas hablan de cómo influir o pedir ayuda a los fiscales o los tribunales a favor del ex presidente".
ACOSADOS
Lula ha sido investido este jueves jefe de la Casa Civil, un día después de que Rousseff confirmara que se incorporaría al Gobierno con "los poderes que sean necesarios" para llevar adelante su trabajo, centrado en superar la crisis política y económica.
De esta forma, Lula se ha convertido en aforado, lo que significa que las pesquisas relativas al ex mandatario dirigidas por Moro por su presunta implicación en el escándalo de la petrolera estatal pasarán ahora al Tribunal Supremo.
Lula fue detenido brevemente el pasado 4 de marzo para ser interrogado sobre la propiedad de un tríplex ubicado en el Edificio Solaris, un condominio de lujo de Sao Paulo construido por el grupo de ingeniería OAS, involucrado en el escándalo de corrupción de Petrobras.
Los investigadores creen que Lula es el verdadero dueño del apartamento y que lo habría recibido como pago por ejercer su influencia en la adjudicación de los contratos públicos de Petrobras, de acuerdo con la prensa local.
Las investigaciones contra Lula han aumentado la presión sobre el Rousseff, también cuestionada por 'Lava Jato' y objeto de un proceso de juicio político por maquillar las cuentas públicas de 2014. Millones de brasileños se han manifestado estos días para exigir su dimisión.