MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
La escalada de tensión protagonizada durante los últimos meses entre Rusia, Georgia y su autoproclamada región independiente de Osetia del Sur culminó ayer con el ataque por parte de fuerzas georgianas de la capital osetia, Tsjinvali.
El bombardeo ha destruido la mayor parte de la ciudad y ha dejado, según las autoridades osetias, más de un millar de víctimas mortales.
En respuesta, el Ejército ruso ha bombardeado e invadido posiciones georgianas que igualmente han causado la muerte de "decenas" de civiles, según Tiblisi, que a su vez acusa a Moscú de prestar apoyo económico y militar a los separatistas a través de sus fuerzas de paz desplazadas en la zona.
En la mañana de ayer, el presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, anunciaba la "liberación" de la mayor parte de la capital osetia tras una operación militar en dos fases: primero con disparos de artillería desde las posiciones georgianas en la frontera, y luego con una serie de bombardeos aéreos realizados por aviones modelo Su-25 de fabricación soviética. Al menos 10 efectivos del contingente de paz ruso y "1.400 civiles", según el líder osetio Eduard Kokoiti, podrían haber muerto en esta ofensiva sobre puntos estratégicos de la región separatista.
En respuesta, el Kremlin ha ordenado el bombardeo de posiciones georgianas en la frontera, así como el desplazamiento de más de un centenar de tanques y acorazados con destino a Osetia del Sur, y por otro lado, la llamada a filas a una parte de la 58 división del Ejército ruso, en ruta a Tsjinvali para defender a los efectivos de paz. Tras los primeros enfrentamientos, las fuerzas rusas ya controlan "una parte" de la capital de Osetia del Sur, mientras fuentes del Gobierno separatista hablaban de la retirada de los soldados georgianos de algunas posiciones en Tsjinvali, ante el avance de las tropas de Moscú.
Por lo que respecta a la ofensiva en Georgia, Saakashvili advirtió en ese mismo mensaje de una "operación militar rusa a gran escala" contra su país. Por este motivo y en una declaración televisada, el dirigente georgiano llamó a la movilización de todos los reservistas, poco después de que el Ministerio georgiano del Interior asegurase que tres cazabombarderos rusos habían entrado hoy en el espacio aéreo georgiano y habían bombardeado una comisaría de Policía cerca de la ciudad de Kareli y una posición cercana Gori, ambas justo al sur de Osetia del Sur. Además, al menos tres personas murieron y otras cinco resultaron heridas en el bombardeo que llevó a cabo la aviación rusa contra el aeródromo militar georgiano de Marneuli, al sur de Tiblisi, según anunció el Ministerio del Interior.
Por parte rusa, el presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, declaró hoy que defenderá la seguridad de sus compatriotas y acusar a Georgia de violar el derecho internacional al emprender esta agresión contra Osetia del Sur. Además, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, aseguró que ha recibido informaciones sobre "limpieza étnica" en algunas aldeas de Osetia del Sur por parte de las fuerzas georgianas.El dirigente de la región secesionista georgiana de Osetia del Sur, Eduard Kokoiti, calificó la situación, directamente, como "el tercer caso de genocidio del pueblo osetio por parte de Georgia".
Desde Tiblisi se considera que el verdadero motivo de Moscú es impedir que Georgia se adhiera a la OTAN en un futuro próximo, lo cual es visto con profunda suspicacia por Rusia, que no desea tener un integrante de esa organización en sus fronteras, y habría empleado el bombardeo sobre Tsjinvali como excusa para invadir Georgia y proteger así sus intereses en la antigua república soviética.
"Ésta es una agresión directa de Rusia (...) estamos sufriendo por la libertad, queremos ser una democracia multiétnica", aseguró Saakashvili. "Estamos en una situación de legítima defensa contra nuestro grande y poderoso vecino. Somos un país de menos de cinco millones de habitantes y, desde luego, nuestras fuerzas no son comparables", apostilló.
PRECEDENTES
El 2 de agosto tuvo lugar el incidente que sirvió de precedente directo para el enfrentamiento actual, cuando el Gobierno de Osetia del Sur acusó a las fuerzas de seguridad georgianas de causar la muerte de seis personas y herir a otras siete en un ataque ocurrido en la localidad fronteriza de Satikari, según informó el comité de prensa de la región autoproclamada independiente. Por su parte, el Ministerio de Interior georgiano indicó que, previamente, seis de sus policías habían resultado heridos a causa de la explosión de un coche patrulla por de una mina terrestre colocada por guerrillas surosetias, en la culminación de unas tensiones que perduran desde la caída de la antigua Unión Soviética.
Osetia del Sur es una autoproclamada provincia independiente de Georgia cuyo estatus no está reconocido por ninguno de los países miembros de Naciones Unidas, que siguen considerando esta región como parte integrante de Georgia. Osetia del Sur comprende 4.000 kilómetros cuadrados de territorio, y su frontera se encuentra a 100 kilómetros al norte de la capital georgiana, Tiblisi.
El movimiento separatista de Osetia del Sur cobra especial importancia tras la caída de la Unión Soviética. Por aquél entonces y desde 1922, Osetia era considerada un "oblast" --unidad administrativa con relativa autonomía-- dentro del conjunto de repúblicas soviéticas. En septiembre de 1990, Osetia del Sur declaró su autodeterminación, rechazada públicamente por Georgia en diciembre de ese mismo año.
El subsiguiente conflicto armado (enero de 1991 - junio de 1992) entre fuerzas rusas, y separatistas osetios contra la Guardia Nacional Georgiana se cobró las vidas de unas 3.000 personas. Tras la declaración de alto el fuego el 14 de julio, hubo que esperar 3 años antes de la firma de un "memorando de entendimiento" entre el presidente de Georgia, Eduard Shevardnadze y el presidente de facto de Osetia del Sur, Ludwig Chibirov.
Desde entonces y hasta el conflicto de esta semana, Georgia ha impuesto duras restricciones para contener el contrabando de bienes en la región, uno de los pilares de la economía local y, en el terreno político, el actual presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, ha propuiesto un acuerdo de paz definitivo en el que Osetia del Sur gozaría de "un amplio grado de autonomía" dentro de un estado federal. Los osetios, por su parte, desean una independencia total encabezados por su actual presidente Eduard Kokoiti, salvo una pequeña parte de la región todavía bajo control georgiano y dirigida por el ex separatista Dmitry Sanakoyev.
Un plebiscito realizado en Osetia del Sur el 13 de noviembre de 2006 con un índice de participación del 91 por ciento aprobó mayoritariamente (99 por ciento a favor) la independencia respecto de Georgia y la unión con Osetia del Norte y Rusia.
Rusia tiene intereses particulares en la región, donde la práctica totalidad de los residentes cuentan con pasaporte ruso, y emplean el rublo como moneda de cambio. El gigante gasístico estatal ruso, Gazprom, está actualmente construyendo nuevos gaseoductos e infraestructuras relacionadas por valor de 640 millones de dólares, y dos tercios del presupuesto anual de Osetia del Sur (unos 30 millones de dólares) proceden directamente de las arcas de Moscú.
En la región se encuentra además una fuerza de paz de 1.500 hombres --repartidos proprocionalmente entre rusos, georgianos y norosetios-- para gestionar una tregua. No obstante, Georgia acusa a las fuerzas rusas de aliarse con los separatistas, algo que Moscú niega tajantemente.