MADRID 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno ruso ha criticado duramente este martes al embajador ucraniano ante Naciones Unidas, Yuri Sergeyev, por "justificar" a los colaboracionistas nazis y afirmar que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) "fabricó" acusaciones contra "nacionalistas" ucranianos durante los Juicios de Nuremberg.
"Con estas palabras, el embajador ucraniano en la ONU ha ofendido la memoria de los rusos, ucranianos, judíos, polacos y ciudadanos de otras nacionalides víctimas de las atrocidades cometidas por los colaboracionistas nazis ucranianos", ha indicado el Ministerio de Exteriores ruso.
"Hay muchas pruebas de sus violentos crímenes. Estamos dispuestos a familiarizar a Sergeyev con ellas", ha agregado, según ha informado la cadena de televisión Russia Today.
En sus declaraciones, formuladas tras una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, Sergeyev ha acusado a la URSS de "presionar a los aliados occidentales para declarar al movimiento de (Stepan) Bandera y otros como asesinos". "Los juicios de Nuremberg no lo declararon. ¿Por qué? Porque los hechos habían sido falsificados por la URSS", ha remachdo.
En 1941, Bandera pidió al pueblo de Ucrania "que ayudara al Ejército alemán a derrocar a Moscú y el bolchevismo", si bien finalmente no alcanzó un acuerdo con el Fuhrer, Adolf Hitler, debido a la oposición de éste a crear un estado independiente ucraniano.
Bandera, que dirigió la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN), es considerado como uno de los iconos por algunas de las formaciones participantes en las manifestaciones que se saldaron con la salida del país de Viktor Yanukovich, entre ellas Svoboda y el Frente Derecho, de tintes fascistas y racistas, que defienden que fue una figura nacionalista.
En la zona este de Ucrania, de mayoría prorrusa, el ensalzamiento de la figura de Bandera y algunos de sus aliados de la OUN, ha sido desde siempre un asunto sensible que ha desatado protestas, al considerar que supone una apología del nazismo y de los crímenes cometidos por los nazis y los colaboracionistas en el país.
Las divisiones se incrementaron en 2010, cuando el entonces presidente Viktor Yushchenko --que en ese momento contaba con Yulia Timoshenko como primera ministra-- concedió a título póstumo el título de 'Héroe de Ucrania' a Bandera, lo que fue criticado por la Unión Europea (UE) y varias organizaciones judías de todo el mundo.
Asimismo, recibió críticas de Rusia y Polonia, que acusa a Bandera de organizar los asesinatos masivos de miles de polacos. En 2011, el Tribunal Constitucional ucraniano determinó que la orden de Yushchenko era "inválida".