BEIRUT 5 Jul. (Reuters/EP) -
Las Fuerzas Armadas sirias, con el apoyo de Rusia, han lanzado más de 600 ataques aéreos en el suroeste de Siria en las últimas quince horas, en la noche del miércoles al jueves, según ha contado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Tras cuatro días con menor intensidad de bombardeos, las fuerzas del régimen que preside Bashar al Assad y sus aliados han retomado este miércoles con intensidad los ataques aéreos tras el fracaso de las conversaciones de grupos rebeldes con militares rusos.
Las fuerzas gubernamentales sirias y sus aliados están combatiendo a los rebeldes para intentar recuperar el control de la zona suroeste del país, uno de los últimos bastiones que mantienen los sublevados junto con la región del noroeste del país que hace frontera con Turquía.
La ofensiva de las dos últimas semanas, apoyada por la aviación de guerra de Rusia, ha conseguido arrebatar una amplia zona de territorio en el noreste de la capital homónima de la región de Deraa, además de que varias localidades se han rendido a las fuerzas de Al Assad.
Los combates y los ataques aéreos han provocado que más de 250.000 sirios abandonen sus hogares en el suroeste de Siria para intentar refugiarse en la frontera con Jordania y con Israel, según contó el lunes Naciones Unidas.
Los dos países ya han dicho que no abrirán sus fronteras a los refugiados. Jordania ya acoge más de medio millón de refugiados sirios que llegaron en los primeros años de la guerra y ahora ha distribuido más suministros dentro de Siria.
El suroeste de Siria es una de las llamadas "zonas de distensión" acordadas en 2017 por Rusia, Jordania y Estados Unidos en un intento por reducir la violencia. Antes del inicio de la ofensiva del régimen de Al Assad, Estados Unidos advirtió de que respondería si se incumplía el acuerdo de la zona de distensión pero hasta el momento no ha actuado y los rebeldes aseguran que ya les han comunicado que no recibirán ayuda norteamericana.