IU y UPyD apuestan por reconocer a la República Arabe Saharaui Democrática (RASD) y denunciar los Acuerdos de Madrid
MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
El PP se ha comprometido a "equilibrar" la posición de España en torno al contencioso del Sáhara Occidental y a promover la celebración de un referéndum de autodeterminación en el territorio si gana las elecciones generales en 2012.
Así lo ha manifestado el diputado por Las Palmas Guillermo Mariscal durante unas jornadas sobre el conflicto organizadas por las seis universidades públicas madrileñas. A su término, el diputado ha precisado a Europa Press que no había expresado una opinión personal, sino la de su partido y grupo parlamentario.
Antes, en respuesta a preguntas de la audiencia, que se interesaron por conocer qué postura concreta defenderán los 'populares' en caso de que regresen a la Moncloa en 2012, Mariscal ha asegurado que recuperarán la política que se abandonó con la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero, que se inclinó "por una de las partes, la más fuerte", esto es hacia Marruecos.
En su opinión, el Gobierno español aplica en la actualidad la "rendición preventiva", que consiste, ha explicado, en llevarse "bien con los socios" y evitar "conflictos".
Para el PP, en cambio, no es "incompatible" llevarse bien con Marruecos y respetar al mismo tiempo la legalidad internacional y un referéndum de autodeterminación para el Sáhara, tal y como establecía el Plan Baker II que aprobó el Consejo de Seguridad de la ONU en 2003, cuando España era miembro de este órgano.
Ese plan establecía un periodo provisional de entre cuatro a cinco años en el que el Sáhara sería una autonomía dentro de Marruecos, que iría seguido de un referéndum sobre la independencia del territorio o su integración en el reino alauí.
Los representantes de IU y UPyD, Gaspar Llamazares y Fernando Maura, han ido más allá y se han mostrado a favor de que España reconozca a la República Arabe Saharaui Democrática (RASD), como ya hacen más de 80 países pero no la ONU, y se denuncien los Acuerdos de Madrid de 1975 por los que España cedió la administración del territorio a Marruecos y Mauritania.
Llamazares también ha denunciado el cambio "negativo" que este Gobierno ha imprimido a la responsabilidad tradicional española sobre el Sáhara y su tendencia a "marroquinizar" su política hacia el Magreb.
Maura, por su parte, ha advertido a Marruecos de que si quiere que España se crea su proceso de reformas tiene que empezar por "reconocer" los derechos del pueblo saharaui.
Los tres han coincidido en que la ola de cambio que vive el norte de Africa y Oriente Medio debe aprovecharse y puede favorecer las aspiraciones del pueblo saharaui.