MADRID 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
El secretario para la Cooperación Iberoamericana (SECIB), Salvador Arriola, ha denunciado este miércoles que "aunque no hay motivos para alarmarse, la situación económica de Latinoamérica es preocupante" y que "los logros acumulados en los últimos tiempos se están revirtiendo".
"Los déficit fiscales aumentaron en 2015 respecto a 2014 y, aunque se espera una mejora, la gestión de los gobiernos deberá ser más creativa", ha indicado Arriola en su intervención en la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) como parte del diálogo 'América Latina: desafíos y oportunidades en la coyuntura actual'.
"La ralentización económica se ha extendido y se prevé una contracción del producto interior bruto (PIB) en 2016 por segundo año consecutivo, algo que no sucedía desde 1982, a pesar de que el crecimiento por países es más positivo si excluimos el comportamiento recesivo de las economías brasileña y venezolana", ha añadido Arriola.
"Este año se producirá un crecimiento del 2 o el 3 por ciento y es cierto que existe actualmente una mayor estabilidad. Además, entre 2014 y 2015 avanzamos en materias de pobreza y educación. La cobertura educativa aumentó en todos los niveles y ahora podemos hablar de la generación más preparada", ha señalado el secretario en relación con la evolución positiva de los aspectos sociales en Latinoamérica.
Arriola ha aseverado, sin embargo, que la mayoría de los ciudadanos se encuentran estancados entre la pobreza y la clase media y que el "gran desafío al que se enfrenta la región es el de mantener las ganancias sociales y establecer una mayor diversificación económica".
América Latina, con una desaceleración del comercio internacional y un estancamiento de los precios de los productos básicos y del flujo masivo de emigración, registró en 2015 un crecimiento regional del PIB del 1,8 por ciento. A pesar del impacto de la crisis económica de 2008, la zona sigue teniendo un excelente acceso a la financiación externa debido al bajo coeficiente de endeudamiento.
"El impacto de la crisis del Atlántico Norte ha sido fuerte. Las cifras rojas afectan principalmente a Brasil, que es el país que más ha aumentado sus tasas de interés, y a Venezuela. Está claro que hay una tendencia a la desaceleración. Esa recesión es patente en Sudamérica, pero también hay una gran diversidad económica. Es destacable el comportamiento de la mayoría de economías de América Central", ha aseverado José Antonio Ocampo, exministro de Hacienda de Colombia.
"Tenemos una deuda baja y altas reservas, por eso seguimos recibiendo dinero. Los principales riesgos a corto plazo no provienen de la financiación externa sino de la caída de los precios de los productos básicos. No hay mucho margen para poner en marcha políticas anticíclicas y son necesarias estrategias de diversificación, tanto exportadora como productiva", ha zanjado Ocampo.