MADRID 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Siria ha condenado este viernes el doble atentado registrado junto a mezquitas de la localidad libanesa de Trípoli (norte), que se ha saldado por el momento con 42 muertos y 500 heridos, y ha descrito el mismo como "un cobarde acto de terrorismo".
"Condenamos firmemente el acto terrorista contra nuestra gente en Trípoli", ha indicado el Ministerio de Información sirio a través de un comunicado, según ha recogido el diario libanés 'An Nahar'.
En el mismo, Damasco ha sostenido que el objetivo del mismo es "arrastrar a Líbano a un estado de caos y destrucción, incitar a la sedición y amenazar la paz civil en el país". "Los mismos que orquestaron la explosión en (el barrio beirutí de) Dahiyeh están detrás de los ataques de hoy", ha agregado.
El atentado al que ha hecho referencia el Gobierno sirio en su comunicado fue ejecutado la semana pasada en un barrio de mayoría chií de la capital y se saldó con al menos 24 muertos y 325 heridos.
Por último, Siria ha solicitado "que se abran las investigaciones necesarias para identificar a los responsables de la planificación y ejecución de estos sucios incientes".
Según el diario local 'The Daily Star', que cita una fuente de seguridad, la primera deflagración tuvo lugar hacia las 13:30 horas cerca de la mezquita Taqwa, donde el clérigo salafista Salem al Rafi, destacado detractor del presidente sirio, Bashar al Assad, pronunciaba un sermón.
Minutos después se produjo una segunda explosión en la calle Maarad, cerca de la mezquita Salam y de la residencia del primer ministro en funciones, Nayib Mikati, quien, según su oficina, no se encontraba en Trípoli. El Ministerio del Interior ha informado del estallido en esta zona de un coche bomba cargado con cien kilos de explosivos.
Tras la explosión en esta segunda mezquita, hombres armados con AK-47 han tomado las calles cercanas y disparado al aire mientras otro grupo de personas arrojaba piedras contra soldados.
Entre los heridos figura el exjefe de las fuerzas de seguridad de Líbano Ashraf Rifi, cuyo domicilio, situado cerca del lugar de una de las explosiones, ha quedado "muy dañado", según la cadena LBCI. A las puertas de su vivienda, Rifi ha advertido de que Líbano afronta "el principio de una tormenta" y ha subrayado la necesidad de "proteger la nación".
La violencia sectaria ha aumentado en Líbano en la misma medida en que se ha recrudecido la guerra en Siria. Trípoli ha sido escenario habitual de enfrentamientos entre grupos suníes y chiíes que critican y alaban, respectivamente, al Gobierno de Al Assad.
REACCIONES
El partido-milicia chií Hezbolá ha condenado el doble atentado de este viernes en un comunicado en el que ha alertado de que estas explosiones "forman parte de un plan criminal que busca sembrar las semillas del conflicto entre los libaneses y arrastrarles a la lucha bajo la pancarta de las confesiones y el sectarismo".
En opinión del grupo que lidera Hasán Nasralá, estos atentados "sirven a perniciosos designios internacionales para dividir a la región y ahogarla en sangre y fuego". Los atentados de hoy, prosigue el comunicado, son "una continuación de un proyecto que busca sumir a Líbano en el caos y cumplir los objetivos del enemigo sionista y de los que le respaldan".
"Expresamos solidaridad con nuestros hermanos y el pueblo de Trípoli en estos momentos trágicos en los que se está vertiendo sangre inocente sin razón", ha añadido Hezbolá, que ha pedido a los dirigentes locales que no den pábulo a "rumores y acusaciones que buscan destruir este país a su gente".
En la misma línea se ha pronunciado Mikati, quien ha condenado los atentados y considerado que constituyen "un mensaje claro" cuyo objetivo es "sembrar el conflicto" y generar reacciones por parte de Trípoli y sus "hijos".
"Pero Trípoli y los tripolitanos demostrarán, una vez más, que son más fuertes que el complot y que no permitirán que el conflicto acabe con su determinación y su fe", ha añadido, citado por la agencia oficial NNA.
Por su parte, el ministro de Defensa, Fayez Ghosn, ha llamado a la ciudadanía a permanecer "en calma" y "vigilantes", porque "el objetivo de estos atentados es avivar la lucha entre sectas".