NUEVA YORK 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
Varios países árabes y Turquía, con el apoyo de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA), han aumentado en los últimos meses el envío de armamento a los comandantes de los combatientes rebeldes que intentan derrocar al régimen que preside Bashar al Assad, según datos de tráfico aéreo consultados por el diario 'The New York Times'.
Los envíos de armamento, que comenzaron a pequeña escala a comienzos de 2012 y continuaron de forma intermitente hasta otoño, han pasado a ser envíos mucho mayores de armamento desde finales del año pasado, según los datos obtenidos por el rotativo neoyorquino.
El aumento ha sido tal que países como Jordania, Arabia Saudí y Qatar han enviado en los últimos meses más de 160 aviones militares al aeropuerto de Esenboga, cerca de Ankara, y, en menor medida, a otros aeródromos turcos y jordanos.
Conforme ha ido aumentando en los últimos meses, el envío aéreo de armamento ha coincidido con los avances en el campo de batalla de los rebeldes. A pesar de que el Gobierno estadounidense ha dicho públicamente que sólo dará a los rebeldes ayuda "no letal", el papel de la CIA en estos envíos de armamento está claro, según fuentes estadounidenses consultadas por 'The New York Times', aunque, en la mayoría de los casos, esta colaboración se ha limitado a un asesoramiento.
Desde oficinas emplazadas en localizaciones secretas, los agentes de la agencia de Inteligencia norteamericana han colaborado con las autoridades de los países árabes para asesorarles en la compra de armas para los rebeldes, como, por ejemplo, en la adquisición de una gran cantidad de armas a Croacia.
Además, han vetado la posibilidad de que los comandantes rebeldes sirios puedan decidir quién recibirá las armas. La CIA ha rechazado pronunciarse sobre este tema y no ha querido aclarar el papel que ha tenido en el envío de armamento a los sublevados.
La mayoría de los aviones de carga que han enviado armamento a los rebeldes viajaron en el mes de noviembre, después de las elecciones presidenciales celebradas en Estados Unidos y cuando los Gobiernos de países árabes y Turquía se encontraban más frustrados por los escasos avances de los rebeldes frente a las fuerzas de Al Assad.
Los vuelos también se incrementaron cuando la crisis humanitaria en Siria se agudizó por la llegada del invierno y de las bajas temperaturas. Según 'The New York Times', el Gobierno turco ha ejercido como supervisor del programa de envío de armamento a los rebeldes y se ha hecho cargo del transporte de las armas por carretera en camiones hasta territorio sirio.
"Una estimación conservadora de la carga de estos vuelos sería de unas 3.500 toneladas de equipos militares", ha asegurado el investigador Hugh Griffiths, miembro del Instituto de Investigación y Paz de Estocolmo, que vigila la transferencia de armas a los rebeldes. "La intensidad y la frecuencia de estos vuelos sugieren una operación logística militar clandestina bien planeada y coordinada", ha estimado.
Aunque los comandantes rebeldes y los datos reflejan que Qatar y Arabia Saudí habían estado enviando armamento a la oposición siria a través de Turquía desde comienzos y finales de 2012, respectivamente, el principal obstáculo que afrontaban terminó el pasado otoño cuando las autoridades de Ankara decidieron autorizar el aumento del ritmo de envío de equipos militares a los sublevados sirios.
Simultáneamente, Arabia Saudí compró equipos militares y armas a Croacia y envió este cargamento a Jordania en aviones de carga jordanos, para destinarlo a los rebeldes asentados en el sur de Siria. Estas operaciones logísticas se completaron durante el invierno en el marco de un proceso que un exalto cargo oficial estadounidense ha definido como una auténtica "catarata".