MADRID 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
El príncipe saudí Turki al Faisal, exjefe de los servicios de Inteligencia del país y hermano del actual ministro de Exteriores, ha abogado este viernes por entregar a los grupos opositores armados sirios armamento antitanque y antiaéreo para "nivelar el campo de juego" y garantizar que los "extremistas" no se hacen con el control de la oposición.
Al Faisal ha subrayado que ya no está en el Gobierno y que ya no hay necesidad de que se exprese con diplomacia, al tiempo que ha "asumido" que se están enviando armas a los rebeldes. "Sería un grave error no hacerlo", ha agregado, en declaraciones ofrecidas desde Davos.
"Alrededor de 60.000 personas han fallecido (en el conflicto armado en Siria)", ha manifestado. "¿Tenemos que esperar a que se duplique o triplique el número de muertos antes de que (el presidente sirio, Bashar) Al Assad se vaya?", se ha preguntado Al Faisal, según ha informado el diario británico 'The Guardian'.
"Lo que se necesitan son armas sofisticadas de alto nivel que puedan derribar aviones y que puedan destruir tanques a distancia", ha añadido Al Faisal. "Esto no está llegando. La mayoría de las armas que tienen los rebeldes son capturadas en arsenales y las que entregan los desertores al unirse a sus filas", ha argumentado.
"Compensar la situación militar sobre el terreno ha de ir parejo con los esfuerzos diplomáticos. Se puede elegir a los 'hombres buenos', entregarles las armas y aumentar su credibilidad. Ahora no tienen medios, que sí tienen los extremistas, que se están quedando con el prestigio", ha añadido.
El monarca saudí, Abdalá bin Abdelaziz al Saud, fue el primer líder árabe en solicitar abiertamente apoyo armado a la oposición siria después del inicio de la revuelta. Junto con Qatar, Turquía y Emiratos Árabes Unidos (EAU), Arabia Saudí es uno de los principales sospechosos de entregar armas y financiación a los rebeldes.
Por su parte, el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, que no ha querido entrar en el asunto de la entrega de armas a la oposición, "no hay límite a la asistencia turca a la población siria".
Los países occidentales y aliados en la región se han mostrado recientemente seriamente preocupados por el aumento del poder y la presencia de los grupos islamistas radicales en el contexto de la crisis política que atraviesa Siria.
En este sentido, el monarca jordano, Abdulá II, aseguró que "los nuevos talibán a los que habrá que hacer frente estarán en Siria". "Cualquiera que pensara que Al Assad iba a caer en unas semanas no entendió la compleja situación y el balance de fuerzas", ha analizado.
PROTESTA DE DAMASCO
Esta misma semana, el Ministerio de Exteriores y Expatriados de Siria ha reiterado sus críticas al papel de algunos de los estados vecinos en el marco del conflicto armado que atraviesa el país y ha señalado que el flujo de armamento a los rebeldes llega a través de las fronteras, apuntando particularmente a la turca.
"Turquía ha abierto sus puertas para que todos los terroristas del mundo entren a Siria sin condiciones", ha argumentado el Gobierno, que ha reseñado que estos "terroristas" reciben armas del Gobierno turco "para atacar al pueblo sirio y cometer atentados en el país".
El Gobierno sirio ha enviado dos misivas idénticas al presidente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el paquistaní Masud Jan, y el secretario general de la organización, Ban Ki Moon, para resaltar los continuados ataques "terroristas" en el país, que ha achacado principalmente a Al Qaeda.
La semana pasada, Damasco envió dos cartas idénticas a Naciones Unidas para denunciar que la organización terrorista Al Qaeda "continúa sus prácticas terroristas" en territorio sirio a través del Frente al Nusra.
Asimismo, manifestó que las fuerzas de seguridad sirias han desarticulado "decenas de ataques terroristas contra las ciudades y pueblos de siria en los últimos semanas, salvando la vida a cientos de civiles inocentes".
EL FRENTE AL NUSRA
En diciembre, el Gobierno de Estados Unidos incluyó al grupo armado islamista en la lista de grupos terroristas extranjeros y denunció que esta organización está intentando "secuestrar" la rebelión contra el Gobierno de Bashar al Assad en favor de los intereses de Al Qaeda en Irak (AQI).
Según las autoridades norteamericanas, el Frente al Nusra ha reivindicado más de 600 ataques en varias ciudades importantes del país que han causado la muerte de numerosas personas inocentes.
El grupo islamista nació en 2011, al calor de las protestas contra el presidente sirio y se manifestó por primera vez el 23 de enero de 2012 a través de un comunicado del que entonces era su líder, Abu Mohamed al Julani, en el que hizo un llamamiento a la "guerra santa" contra el Gobierno sirio.
La semana pasada, la Fundación Quilliam, un 'think tank' británico especializado en materia antiterrorista, manifestó que el Frente al Nusra se ha convertido en la facción con mayor efectividad en sus ataques contra las fuerzas de seguridad y ha cifrado en 5.000 el número de combatientes que integran sus filas.
El grupo está liderado desde mediados de diciembre por el jordano Mustafa Abdelatif Salé, cuñado del fallecido jefe y fundador de AQI, Abu Musab Zarqawi, que murió en 2006 en un ataque ejecutado por un avión no tripulado estadounidense.
El Gobierno sirio ha argumentado desde el inicio de la revuelta contra Al Assad que los grupos armados que combatían contra las fuerzas de seguridad estaban configurados por células terroristas que reciben el respaldo de países de la región y de Al Qaeda.