MADRID, 21 Abr. (EDIZIONES) -
El terrible terremoto que ha dejado más de 570 muertos en Ecuador no es un caso aislado. El país ha sido golpeado en numerosas ocasiones por grandes terremotos a lo largo de la historia debido a su localización geológica, cercana a placas tectónica convergentes, y a las dificultades que tienen los países con menos recursos para hacer frente a este tipo de desgracias.
El 16 de agosto de 1868 un terremoto de magnitud 7.7 golpeó a las seis de la madrugada el país destruyendo las ciudades de Ibarra, Otavalo, Cotacachi, San Pablo y otras poblaciones. Ha sido el terremoto más devastador ocurrido en el país, se cobró la vida de alrededor de 70.000 personas, según la base de datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).
Esta base de datos recoge información histórica de los peores terremotos ocurridos en el mundo desde la actualidad hasta el 2150 antes de Cristo, teniendo en cuenta fuentes históricas. Los 5.500 terremotos que recoge cumplen al menos uno de los siguientes criterios: haber provocado 10 o más muertos, haber causado daños materiales moderados, magnitud de 7.5 o más, intensidad X o más en la escala de Mercalli o haber provocado un tsunami.
Tal y como se aprecia en el mapa interactivo que acompaña a esta información, los peores terremotos ocurridos en la historia de la humanidad siguen un patrón que se corresponde con puntos de gran actividad geológica, en los que confluyen placas tectónicas.
Un análisis de los datos más recientes (a partir de 1900) permite ver que este tipo de terremotos son especialmente mortíferos en países con pocos recursos, cuyas infraestructuras y edificios no están acondicionados para hacer frente a este tipo de temblores.
Las zonas más golpeadas a lo largo de la historia por estos sismos 'destructores' son Asia oriental, la zona del Pacífico central, el sur de Europa, Oriente Medio y Sudamérica. Por países, los más afectados son China, Japón, Irán e Indonesia.
El terremoto más mortífero de la historia, de acuerdo a los registros de la NOAA, ocurrió en China, en la provincia de Shaanxi. Un temblor de magnitud 8 golpeó la tierra en la mañana del 23 de enero de 1556 y sesgó la vida a alrededor de 830.000 personas.
Mucho más cerca en el tiempo, el terremoto y posterior tsunami que golpeó Haití en 2010 dejó más de 316.000 muertos. Años después el país todavía continúa recuperándose de los devastadores efectos del terremoto y la posterior epidemia de cólera.
MENOS RECURSOS, MÁS MORTALIDAD
Haití es un ejemplo de los devastadores efectos que tienen estos terremotos cuando golpean a países de pocos recursos. El siguiente gráfico representa la relación que existe entre países con PIB per cápita bajos y el promedio de número de muertos que han tenido lugar en los grandes terremotos ocurridos desde 1900.
La información continúa después del gráfico
Haití, Turkmenistan, Armenia, Pakistán, Nepal, Marruecos o China, todos ellos son países con PIB per cápita por debajo de los 20.000 dólares, de acuerdo a los datos del Banco Mundia, en los que el número de muertos se dispara cada vez que hay un terremoto. Mientras, los países en la parte alta de la escala de riqueza suelen tener un mejor promedio en cuanto a víctimas mortales se refiere cuando son sacudidos por la tierra.
La excepción a esto es Japón e Italia, países con un promedio drmático de fallecidos en grandes terremotos desde el inicio del pasado siglo.
TERREMOTOS EN ESPAÑA
A lo largo de su historia, España ha sufrido 24 de este tipo de terremotos considerados por la NOAA como graves. El peor de ellos, ocurrido en 1829 en Torrevieja se cobró la vida de alrededor de 2.000 personas.
En general, los terremotos más mortíferos en la historia del país se concentran en el siglo XIX. En 1804 otro sismo golpeó Almería dejando 164 muertos y 1884 otro temblor de tierra dejó tras de sí 745 fallecidos en la zona de Málaga.