Uno de los sospechosos del polémico asesinato de Chemnitz podría haber sido deportado en 2016

Policías antidisturbios alemanes durante los disturbios en Chemnitz
SEBASTIAN WILLNOW/DPA-ZENTRALBIL / SEBASTIAN WILLN

BERLÍN, 1 Sep. (Reuters/EP) -

Uno de los dos inmigrantes detenidos por el apuñalamiento de un hombre alemán podría haber sido deportado a mediados de 2016, según ha informado este viernes un tribunal alemán.

El tribunal de Chemnitz, la ciudad donde se produjo el apuñalamiento, ha afirmado que Yousif Ibrahim Abdullah podría haber sido deportado hace dos años a Bulgaria, donde solicitó asilo por primera vez, pero las autoridades se saltaron el plazo de seis meses para hacerlo.

Grupos antimigrantes y extremistas de derecha han aprovechado el caso como prueba de que la política de puertas abiertas de la canciller de Alemania, Angela Merkel, según la cual alrededor de 1 millón de solicitantes de asilo entraron a Alemania en 2015, permitió la entrada de delincuentes y terroristas.

El partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y el grupo PEGIDA planean llevar a cabo una nueva manifestación este sábado en Chemnitz para "llorar a Daniel H. y a los otros asesinados por la multiculturalización forzada de Alemania".

Cientos de manifestantes antiinmigración cantando "¡Resistencia!" se manifestaron en Chemnitz este jueves después de una serie de enfrentamientos violentos que se produjeron tras el asesinato del carpintero alemán de 35 años.

El apellido de la víctima no ha sido revelado y la Policía ha dado pocos detalles del homicidio, pero dice que el incidente comenzó con un altercado verbal.

La ministra de Familia de Alemania, Franziska Giffey, depositó este viernes en Chemnitz un ramo de seis rosas blancas en el lugar del crimen, convertido en una especie de altar improvisado en recuerdo de la víctima.

Giffey ha sido la primera representante del Gobierno de coalición que dirige la canciller Angela Merkel en acudir a Chemnitz. El este de Alemania, donde el extremismo de derecha goza de mayor aceptación entre la población que en el resto del país, es un territorio hostil para miembros del Gobierno de Merkel.

Los ultraderechistas atacan de forma constante a los partidos tradicionales y los acusan de utilizar su poder en el Gobierno para dejar entrar de forma descontrolada a los migrantes en Alemania.

Además, es habitual que cuando miembros del Gabinete de Merkel acuden a zonas de la extinta República Democrática Alemana (RDA) sean abucheados. La propia canciller, en una visita oficial al este del país, fue recibida al grito de "traidora del pueblo".

Previendo que la de este sábado pueda llegar a ser una jornada violenta, el Gobierno alemán ha enviado a Chemnitz refuerzos policiales desde Berlín, así como desde otras regiones de Alemania.

Por el momento, una carta abierta publicada en Internet en la que se recalca que los ultraderechistas no representan a Alemania ha sumado por el momento más de 270.000 apoyos.

"Este no es vuestro país. Estas no son vuestras calles. Aquí no se hace el saludo de Hitler y no se persigue a nadie por su apariencia o por su procedencia", reza la misiva en la que también se subraya que "la mayoría silenciosa no se callará nunca más".

"SITUACIÓN DIFÍCIL"

La alcaldesa de Chemnitz, Barbara Ludwig, ha asegurado que espera que la situación diera lugar a una larga y atrasada atención a las disparidades que aún dividen a los alemanes en el antiguo Este y Oeste. "De esa manera, algo bueno puede venir de esta situación tan difícil", ha afirmado.

Una nueva encuesta para la cadena de televisión ZDF ha mostrado que el 76 por ciento de los alemanes ven a los extremistas de extrema derecha como un peligro para la democracia alemana.

Sin embargo, Alexander Gauland, líder de la extrema derecha AfD, que ahora es el mayor partido de la oposición en el parlamento, ha señalado que era "legítimo" que los alemanes se sintieran enfadados tras el apuñalamiento.

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