MADRID, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Senado de Paraguay se ha convertido inusitadamente esta semana en el centro de la vida política del país suramericano por los planes de los legisladores oficialistas de enmendar la Constitución para permitir que el actual presidente, Horacio Cartes, sea reelegido en el cargo, lo que ha suscitado una fuerte respuesta de la oposición.
La tensión ha llegado a tal punto que el Congreso ha amanecido este martes rodeado de policías y militares para garantizar la seguridad, según ha constatado Reuters, en medio de los debates sobre una posible modificación del reglamento del Senado que despejaría el camino para la reforma constitucional.
Los senadores del gobernante Partido Colorado habían solicitado al presidente del Senado, Roberto Acevedo, que este martes se celebrara una sesión extraordinaria para cambiar las normas internas de la cámara alta, pero éste se ha negado y la ha pospuesto hasta el jueves, esgrimiendo que los firmantes no habían aportado la propuesta en cuestión.
Hasta que Acevedo se ha pronunciado, los senadores han permanecido en sus escaños en una especie de vigilia para impedir que, si finalmente se celebraba la sesión, no pudieran participar. Incluso el vicepresidente primero, Eduardo Petta, se ha quedado cuando Acevedo se ha retirado para deliberar por miedo a que le sustituyera el vicepresidente segundo, el 'colorado' Julio César Velázquez, de acuerdo con 'Última Hora'.
El oficialismo pretende modificar el artículo 42 del reglamento del Senado para que cualquier comunicación se ponga "inmediatamente" en conocimiento del pleno y solo se necesite una mayoría simple para constituir una comisión y aprobar la comunicación.
"Me sorprende tanto abuso de poder para no modificar el reglamento (...) Queremos la participación de la gente y vamos a quedarnos acá el tiempo que sea necesario", ha dicho la senadora oficialista Lilian Samaniego.
La oposición y los 'colorados' díscolos denuncian que el verdadero objetivo es facilitar con ello una reforma de la Constitución para eliminar el artículo 229, que establece un mandato "improrrogable" de cinco años para presidente y vicepresidente. "No podrán ser reelectos en ningún caso", reza el precepto.
Cartes, que llegó al cargo el 15 de agosto de 2013 tras la crisis política desatada por la destitución de Fernando Lugo por abandono del cargo, sería el principal beneficiado por esta enmienda de la Carta Magna, ya que podría concurrir a las elecciones del próximo año.
"Ellos están dispuestos a atropellar y nosotros tenemos que salvaguardar la República. Esta es una situación de quiebre institucional", ha indicado, por su parte, la senadora rebelde del Partido Colorado, Blanca Ovelar.