NUEVA YORK, 22 Feb. (EDIZIONES) -
Casi 15 millones de niños hispanos en Estados Unidos, uno de cada tres de esta raza, vive por debajo del umbral nacional de la pobreza, según datos del censo nacional recogidos por el Centro Nacional de Estudios sobre Niños y Familias Hispanas (CNENFH), que advierte de la "enorme desproporción en los niveles de pobreza del colectivo infantil hispano", donde los otros dos tercios viven en hogares de bajos ingresos.
El estudio detecta varias tendencias relacionadas con las figuras paternas. Por ejemplo, los niños que crecen en hogares donde los dos padres están presentes en casa son más felices y están mejor cuidados que aquellos que viven en familias monoparentales. Lo que parece una perogrullada cobra especial interés porque el Centro lamenta la ausencia de políticas sociales específicas que tengan en cuenta la estructura familiar.
Es más: dada la permeable estructura familiar de los hispanos, el centro lamenta que tampoco exista una estrategia que tenga en cuenta el hecho de que en muchas ocasiones existen figuras sustitutivas de los padres --abuelas, tíos, etc...-- que tampoco parecen estar contempladas por las actuales políticas sociales.
Las preocupaciones del centro no solo se limitan a la estructura familiar. También se hace especial hincapié en la inestabilidad laboral, un fenómeno inevitablemente asociado a los hogares con bajos ingresos. La presencia adicional de familiares en la casa y que podría beneficiar al crecimiento del niño, representa por contra un problema económico si están desempleados.
Para hacerse una idea, en una vivienda hispana de bajos ingresos coexisten, de media, cinco personas, frente a las cuatro en hogares de razas blanca y negra. Tres o más miembros comparten la misma habitación. Dada la ausencia de estudios al respecto, los efectos "no son concluyentes". "Un hermano mayor podría ser tanto un obstáculo para un niño como una ayuda adicional para que haga los deberes", según el centro, que lamenta la falta de datos.
Por último, el centro hace especial hincapié en un aspecto "crucial", como es el lugar de nacimiento de los hispanos. "Es un error tratar a la población hispana como homogénea". En general, las circunstancias de niños nacidos de padres hispanos con nacionalidad estadounidense son peores que aquellos donde vive al menos un familiar inmigrante. Y teniendo en cuenta que el aumento de la población hispana procederá en gran medida de la llegada de inmigrantes, "las perspectivas no son nada buenas".
El CNENFH entiende, en este sentido, que el tiempo apremia porque los niños hispanos representan, a día de hoy, la minoría étnica más numerosa y con una mayor velocidad de crecimiento. Para 2050 vivirán en Estados Unidos más de 132 millones de hispanos. "Es esencial", apunta el centro, "que mejoremos nuestra comprensión de las dinámicas y las diferencias existentes en las familias con bajos ingresos".