Manos Unidas pone el acento en los efectos psicológicos que el bloqueo, la pobreza y los conflictos tienen en la población de la Franja
MADRID, 18 May. (Por África Marcitllach, responsable de proyectos de Manos Unidas en Oriente Próximo) -
La reciente conmemoración del 70 aniversario de la constitución del Estado de Israel, el 70 aniversario de la 'Nakba' (desplazamiento forzoso de más de medio millón de palestinos de sus hogares) y la inauguración de la Embajada de Estados Unidos en Jerusalén han provocado una escalada de violencia en la zona que ha desembocado en la muerte de más de 100 civiles y 9.000 heridos, de los que 5.000 lo han sido por armas de fuego.
La Franja de Gaza es uno de los territorios más conflictivos de Oriente Próximo. Desde 2008 ha sufrido tres confrontaciones armadas con el Estado de Israel que han desembocado en un férreo bloqueo tanto de personas como de bienes y servicios básicos como electricidad y agua y que, junto con otros factores, han ido deteriorando, aún más, la situación de los más de dos millones de habitantes de la zona.
Los efectos psicológicos del bloqueo, unidos a la pobreza, la desesperanza y al miedo a que, en cualquier momento, se pueda volver a producir un nuevo conflicto armado, están teniendo consecuencias devastadoras para la salud física y mental de sus habitantes que, desgraciadamente, se van deteriorando de año en año.
El 92 por ciento de la población de entre 13 y 18 años sufre desórdenes psicológicos y, tanto madres como niños, presentan signos de estrés post traumático con síntomas crónicos de ansiedad y reacciones psicosomáticas, depresión, violencia, miedo, falta de esperanza, pesadillas, insomnio, incapacidad de hablar en algunos casos, problemas de comportamiento y falta de relaciones interpersonales sanas, entre otras.
LA LABOR DE MANOS UNIDAS
Manos Unidas lleva muchos años acompañando a la población más vulnerable de la Franja, apoyando programas de ayuda humanitaria durante los conflictos y promoviendo, de forma continuada, proyectos enfocados a disminuir el impacto emocional y mejorar la atención sanitaria.
Nuestro trabajo, que realizamos a través de socios locales en la zona como son las organizaciones Patriarcado Latino, Pontifical Mission y Physicians for Human Rights, concede especial importancia a la atención psicológica materno infantil.
Una de las cosas que más nos llama la atención cuando visitamos el trabajo que apoyamos en la zona es comprobar que muchos niños menores de 12 años, que ya han vivido tres guerras, en muchos casos solo saben lo que es vivir en una situación de bloqueo casi total. Impresiona ser testigo de cómo algunos de estos niños no pueden emitir una palabra desde la última guerra.
Nuestro compromiso seguirá estando en acompañar a esta población y denunciar la situación extrema en la que se encuentra, trabajando a favor de la paz, del desarrollo y de la justicia de todos los pueblos.