NUEVA YORK 1 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los tres ciudadanos estadounidenses detenidos por distintos motivos en Corea del Norte, Kenneth Bae, Matthew Todd Miller y Jeffrey Edward Fowle, han relatado en una entrevista en exclusiva en Pyongyang a la cadena CNN las condiciones de su cautiverio y han pedido ayuda. En sus entrevistas, han reconocido que han tenido que firmar declaraciones de culpabilidad.
Bae, que lleva dos años detenido y ha sido condenado a 15 años de cárcel por "actos hostiles para derrocar" al Gobierno norcoreano, explica al periodista de la CNN que en el último año y medio ha estado "entrando y saliendo del hospital y el campo de trabajo forzado", donde ahora trabaja "ocho horas al día, seis días a la semana" y es el "único prisionero", aunque hay unas quince o 20 personas y a veces pueda hablar un poco con el guardia.
Asimismo, al ser preguntado sobre si siente que le han tratado de forma "humana", replica con un "sí". Por último, reconoce que su familia y amigos estarán preocupados por su salud y les envía el mensaje de que "sigan rezando por mí" y trabajando por lograr su liberación.
En la entrevista, Bae explica que no estaba de acuerdo al principio con los "cargos" de los que le acusaban, pero tras un tiempo ha conseguido entender que "violé su legislación".
OTROS DOS DETENIDOS
Por su parte, Miller, al que se acusa de romper su visado de turista y pedir asilo al entrar, ha pedido ayuda al Gobierno estadounidense en su entrevista, según informa la CNN. "Mi situación es muy urgente, muy pronto voy a ser juzgado y seré enviado directamente a prisión", explica, subrayando que no conocerá los cargos de los que se le acusa hasta el juicio.
En cuanto a Fowle, un turista estadounidense acusado de dejar una Biblia en el hotel en el que estaba alojado, ha indicado al periodista de la CNN Will Ripley que "no tiene quejas" del trato que está recibiendo. "Ha sido bastante bueno hasta ahora y espero y rezo para que continúe, si estoy aquí dos días más o dos décadas", ha añadido. Miller y Foley, según ha explicado Ripley, están detenidos en habitaciones de hotel en Pyongyang y reciben tres comidas al día.
Según ha explicado la CNN, un equipo de la cadena estaba realizando una visita al país organizada por las autoridades y estaban almorzando a unas dos horas de Pyongyang cuando les dijeron que debían marcharse inmediatamente para entrevistarse con un alto cargo del Gobierno en la capital, pero fueron llevados a un lugar secreto y se encontraron con los tres estadounidenses.
Ripley cree que la decisión del régimen norcoreano de permitir la entrevista con los tres estadounidenses detenidos obedece a que "desean una línea de comunicación más abierta con Estados Unidos". Según el periodista de la CNN, los tres estadounidenses confían en que Washington envíe a un representante de alto nivel, como ocurrió el mes pasado con el expresidente Bill Clinton, para que negocie su liberación.