Actualizado: miércoles, 30 marzo 2016 17:37


ESTRASBURGO (FRANCIA), 30 (Reuters/EP)

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha dictaminado este miércoles que los fiscales británicos hicieron bien en no imputar a los agentes de Policía implicados en el tiroteo que acabó con la vida del brasileño Jean Charles de Menezes, al que confundieron con un terrorista suicida.

De Menezes recibió siete disparos en la cabeza por parte de los agentes cuando se disponía a subirse a un metro en la estación de Stockwell, en el sur de Londres, el 22 de julio de 2005. Su muerte se produjo el día después de un intento fallido por parte de cuatro milicianos islamistas de atentar en la red de transporte londinense. Los agentes le confundieron con Hussein Osman, uno de los sospechosos fugados, quien vivía en el mismo edificio que De Menezes.

Los servicios de seguridad del país estaban en estado de máxima alerta ya que el 7 de julio cuatro jóvenes musulmanes británicos habían matado a 52 personas en atentados con bomba contra tres metros y un autobús en Londres.

Pese a las reiteradas peticiones por parte de la familia de De Menezes de que los agentes implicados o sus superiores fueran imputados, los fiscales dijeron que no habían pruebas suficientes para emprender acciones contra ninguno de ellos.

"La decisión de no procesar a ningún agente no se debió a ningún fallo en la investigación o a la tolerancia del Estado o a colusión con actos ilícitos", ha sostenido el Tribunal de Estrasburgo en su sentencia.

"Tras una investigación exhaustiva, un fiscal ha considerado todos los hechos del caso y ha concluido que había pruebas insuficientes contra cualquier agente para procesarle", ha añadido.

En 2007, la Policía Metropolitana como organización fue declarada culpable de infringir las leyes de salud y seguridad y multada con 175.000 libras (más de 222.000 euros), después de que el tribunal escuchara que había cometido "sorprendentes y catastróficos" fallos.

Los abogados del Gobierno británico dijeron al Tribunal Europeo de Derechos Humanos el pasado junio que la muerte podría haberse evitado y que fue el resultado de graves fallos operativos por parte de la Policía, pero dijo que la muerte no era un asesinato.

La familia argumentó que los fiscales se equivocaron al no imputar a ninguna persona y que el delito contra la salud y la seguridad era un castigo inadecuado.

REACCIÓN DE LA FAMILIA

"Consideramos increíble que nuestro primo inocente pudiera ser disparado en siete ocasiones en la cabeza por la Policía Metropolitana cuando no había hecho nada mal y la Policía siga sin rendir cuentas por sus acciones", ha declarado Patricia Armani Da Silva, prima de De Menezes, en un comunicado.

"Sentimos que las decisiones sobre la culpabilidad e inocencia deberían ser tomadas por jurados, no por burócratas sin rostro y estamos muy tristes de que se nos haya denegado esa oportunidad una vez más", ha añadido.

Un jurado dictaminó en un veredicto abierto en 2008 que la muerte no fue una "muerte legal", aunque el forense había dicho que los hechos no podían considerase como asesinato o homicidio.

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