MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
Túnez ha celebrado este viernes la aprobación de la nueva Constitución en una ceremonia oficial que las actuales autoridades han querido presentar como un punto de inflexión, proclamando la "victoria sobre la dictadura" y sentando las bases de la que esperan sea la transición definitiva.
El acto ha contado con presencia de dirigentes internacionales, entre ellos el presidente de Francia, François Hollande, y el Príncipe de Asturias, y supone la puesta de largo del texto adoptado el pasado 27 de enero, al término de una grave crisis política que, durante varios meses, amenazó con descarrilar el proceso.
"Venís a celebrar con nosotros nuestra victoria sobre la dictadura", ha proclamado el jefe de Estado, Moncef Marzouki, recordando de esta forma los tres años transcurridos desde el derrocamiento de Zine al Abidine Ben Alí y su régimen. "Túnez acaba de superar una etapa histórica y, con esta Constitución, el país ha demostrado que es capaz de resolver sus diferencias", ha añadido, según informa la cadena gala RFI.
Tanto Marzouki como el primer ministro, Mehdi Jomaa, y el presidente de la Asamblea Nacional, Mustapha Ben Jafaar, han tenido palabras de recuerdo para los opositores Chokri Belaid y Mohamed Brahmi, asesinados el año pasado. La muerte de ambos desencadenó una ola de disturbios y volvió a poner sobre la mesa las diferencias entre islamistas y laicos.
Jomaa ha abogado por pasar página y seguir apostando por la "democracia", informa la agencia oficial TAP. Es necesario, ha añadido, "concretar los objetivos de la revolución", en el país donde precisamente se originó la ola de revueltas de la 'primavera árabe' e inspiración de otros países de Oriente Próximo y el norte de África.
ISLAM Y DEMOCRACIA
Túnez tiene entre sus principales retos el equilibrio entre el islamismo y el laicismo. El anterior Gobierno, liderado por el partido islamista Ennahda, dimitió el mes pasado para dejar paso a la creación de un Ejecutivo apolítico de cara a la próxima celebración de elecciones.
Hollande, sin embargo, ha dejado en Túnez el mensaje de que "el Islam es compatible con la democracia" y, en este sentido, ha dicho que el país norteafricano y su nueva Constitución suponen una "prueba" de esta compatibilidad. La Carta Magna "recoge las enseñanzas del Islam y su respeto a los valores de los Derechos Humanos, es un texto con vocación universal", ha dicho el mandatario francés en su discurso.
Para Hollande, Túnez "no es la excepción, sino el ejemplo". "Representáis la esperanza en el mundo árabe e incluso más allá", ha dicho el presidente, que ha situado a Francia "del lado" de su antigua colonia.