ESTRASBURGO (FRANCIA), 16 (EUROPA PRESS)
La UE pondrá en marcha el sello de Patrimonio Europeo a partir de 2013 para promocionar los lugares más simbólicos de la historia de Europa o de la integración del Viejo Continente con el objetivo de promover el turismo cultural en la UE después de que el pleno del Parlamento Europeo haya aprobado este miércoles la normativa por la que se crea el sello.
A partir de 2013, los Estados miembros podrán proponer hasta dos sitios o monumentos cada dos años para obtener el reconocimiento del sello de Patrimonio Europeo y un jurado de trece expertos independientes podrá elegir un máximo de uno por país.
Aunque el sello se podrá conceder a monumentos, sitios naturales o industriales, objetos culturales, lugares históricos, patrimonios contemporáneos o patrimonios intangibles, el jurado prestará especial atención a la hora de otorgar el sello a los monumentos o lugares con carácter transnacional, dado su especial simbolismo para la historia común de Europa. Los Estados miembro también podrán solicitar sellos temáticos para un conjunto de sitios nacionales que guarden relación entre sí.
La participación en la iniciativa será voluntaria y a petición de los Estados Miembros de acuerdo con un compromiso informal alcanzado por el Parlamento Europeo y los Veintisiete. Los Estados miembros seguirán siendo los responsables de la gestión, protección y promoción de los sitios, mientras que la Comisión Europea se encargará de lanzar campañas de sensibilización y comunicación a través de una web que creará para dar a conocer los lugares.
España, Francia y Hungría impulsaron el sello de Patrimonio Europeo en 2006 como una iniciativa intergubernamental y que ahora se asume como propia en el seno de la UE. Los Estados miembros revisarán en un plazo de seis años abrir la iniciativa a la participación de países europeos no comunitarios.
Los lugares y sitios que ya tienen concedida esta etiqueta tienen derecho a presentarse de nuevo, incluidos el Archivo Corona de Aragón, la Residencia de Estudiantes en Madrid, Finisterre (Galicia) o el Monasterio Real de Yuste en Cáceres, los primeros ejemplares de patrimonio cultural español distinguidos con la Etiqueta de Patrimonio Europea en 2007.