BRUSELAS 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado este miércoles por una amplia mayoría que la reforma de la Política Pesquera Común (PPC) ponga fin de manera progresiva a los descartes, para que la flota no pueda devolver al mar las capturas, ya muertas, que no le interesan por su escaso valor comercial.
En su apoyo a una pesca más sostenible que acabe con la sobrepesca, los eurodiputados también han dado su respaldo a que el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) sea la base de la gestión de todos los recursos a más tardar en 2020, y que se incentive la pesca más selectiva.
Con su voto en Estrasburgo, los eurodiputados confirman las grandes líneas propuestas hace más de un año por la comisaria de Pesca, Maria Damanaki, aunque proponen un calendario gradual tanto para el veto total de los descartes y como para el RMS, frente a la aplicación inmediata que pedía Bruselas.
Así, el Parlamento Europeo ha adoptado con 502 votos a favor, 137 en contra y 27 abstenciones el informe de la socialista alemana Ulrike Rodust, que marcará las líneas rojas de la Eurocámara en las negociaciones de los próximos meses con los Veintisiete para pactar la nueva política pesquera. La reforma de la PPC debería estar lista para su aplicación este año, pero acumula retrasos en las negociaciones.
Los eurodiputados han aprobado varias enmiendas al texto de Rodust con ideas como que los Estados miembros tengan que cumplir criterios medioambientales y sociales objetivos al asignar las posibilidades de pesca y que los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cuotas que se deciden cada diciembre se basen en lo que dicte el consejo científico.
Por el contrario, el voto ha tumbado otras enmiendas como la promovida por la eurodiputada del PP Carmen Fraga, en nombre del Partido Popular Europeo, para suavizar la prohibición de los descartes.
Tampoco han respaldado que Bruselas pueda fijar una cuota 'cero' en aquellas especies para las que no se diseñe un plan multianual a tiempo. Varios planes a largo plazo, como el de la anchoa del Cantábrico, llevan varios años bloqueados por la Eurocámara por diferencias con el Consejo respecto a las competencias de cada institución en dichos planes.
Los Veintisiete prevén fijar su posición general negociadora también a lo largo de este mes de febrero, de cara a poder iniciar en marzo los contactos trilaterales con la Comisión y la Eurocámara. El objetivo es alcanzar un acuerdo político en el mes de junio, según el calendario que baraja Irlanda, país que ocupa la presidencia de la UE este semestre.