BRUSELAS 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
El acuerdo alcanzado el pasado mes de junio entre la Unión Europea y Estados Unidos sobre transferencia de datos bancarios para rastrear las fuentes de financiación del terrorismo entrará en vigor, como estaba previsto, mañana día 1 de agosto. "Todo el sistema está preparado para aplicar el acuerdo", aseguró el portavoz de la comisaria de Interior, Cecilia Malmström.
Negociado en tiempo récord por el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba durante la presidencia española de la UE, y por la propia Malmström, después de que el Parlamento Europeo tumbara el anterior al considerarlo poco garantista, el convenio actual faculta a la Agencia Europea de Cooperación Policial (EUROPOL) para verificar que la petición de datos procedente del Tesoro norteamericano está plenamente justificada en el marco de las investigaciones antiterroristas.
Además, en Washington un técnico independiente, funcionario de la Comisión Europea que será nombrado en los próximos días, se encargará de supervisar el proceso de extracción de datos para garantizar que se ajusta a las salvaguardas contempladas en el acuerdo. Este requiere respetar los criterios de "proporcionalidad, reciprocidad, transparencia y garantías de protección" en el acceso a los datos.
A partir de mañana, por tanto, las autoridades norteamericanas podrán empezar a cursar sus solicitudes, que serán evaluadas por EUROPOL para determinar si están justificadas. Lograda la luz verde de la Agencia europea, el técnico de la Comisión supervisará todo el proceso. Estados Unidos podrá pedir también datos correspondientes al periodo del vacío legal derivado de la falta de acuerdo, es decir entre febrero y agosto, que sufrirán el mismo tipo de escrutinio.
El nuevo acuerdo, denominado Programa de Seguimiento de la Financiación del Terrorismo (TFTP, según sus siglas en inglés), es "bidireccional" y por tanto la UE puede igualmente pedir datos a Estados Unidos para combatir el terrorismo. Además, dispone de mecanismos para que los ciudadanos europeos puedan acceder a sus datos, rectificarlos, bloquearlos y, en su caso, borrarlos.
Washington designará a un responsable encargado de analizar las actividades del Programa y contará con auditores independientes para controlar la correcta aplicación del acuerdo. Asimismo, ha ofrecido ayuda a la UE para crear su propio sistema de rastreo de financiación del terrorismo. El periodo de retención de datos será de 5 años, igual que el de la directiva sobre blanqueo de capitales, y la Comisión Europea hará un balance de su funcionamiento dentro de tres años.