Actualizado: miércoles, 4 octubre 2017 6:08


MADRID, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Uganda ha descrito este martes los ataques con granadas contra las viviendas de dos parlamentarios opositores como "una táctica para incriminar al Ejecutivo", en medio de las tensiones por el proyecto de ley para retirar el límite de edad establecido para ocupar la Presidencia, lo que permitiría al mandatario, Yoweri Museveni, presentarse nuevamente a las elecciones.

"Las granadas aturdidoras (lanzadas) contra las casas de los parlamentarios opositores podrían ser tácticas de miedo propias para incriminar al Gobierno", ha dicho el portavoz del Ejecutivo, Ofwono Opondo.

"No hay datos sobre este Gobierno del NRM (el partido gubernamental, Movimiento de Resistencia Nacional) matando a (miembros de) la oposición política", ha agregado, según ha informado el diario local 'New Vision'.

Las viviendas atacadas son las de los diputados opositores Allan Ssewanyana y Robert Kyagulanyi Ssentamu --conocido como Bobi Wine, un antiguo cantante de reggae que ha entrado recientemente en política--.

El propio Bobi Wine ha denunciado el ataque contra su casa, afirmando que "había decidido ignorar las amenazas, pero parece que empiezan a ser reales". "¿En qué tipo de país estamos viviendo?", se ha preguntado, en un comunicado publicado en Facebook.

"Quiero anunciar al mundo que durante los últimos días he recibido amenazas de muerte de forma casi diaria. Algunos amigos que saben más que yo me han recomendado que tenga cuidado con lo que como y bebo, con cómo conduzco y hacia dónde, con quién me reúno e incluso quién me toca cuando voy al Parlamento", ha manifestado.

Así, ha subrayado que "no será intimidado" y que "no existe una guerra". "Únicamente somos ciudadanos interesados en un buen país para nosotros y las generaciones venideras", ha dicho, achacando todo esto a su oposición a la modificación del límite de edad para la Presidencia.

La propuesta de enmienda constitucional ha generado una enorme polémica que la semana pasada se tradujo en dos días consecutivos de enfrentamiento físico entre diputados oficialistas y opositores. La presidenta de la cámara baja, Rebecca Kadaga, expulsó a 25 parlamentarios disidentes y les impidió volver en las tres sesiones siguientes.

Durante los disturbios, cinco diputados ugandeses tuvieron que ser hospitalizados por las heridas que recibieron al ser sacados del Parlamento por guardias de seguridad que, según la oposición, son en realidad militares pertenecientes a las fuerzas especiales de Museveni.

Decenas de diputados, tanto del partido gobernante como de la oposición, que están en contra de prorrogar la Presidencia de Museveni abandonaron el Parlamento en solidaridad con estos 25 colegas y anunciaron que no regresarían hasta que todos pudieran ocupar sus escaños.

El país ha sido escenario de numerosas manifestaciones durante las últimas semanas en el marco de las protestas contra el proyecto, que cuenta también con la oposición de miembros del partido de Museveni por considerarlo antidemocrático.

El proyecto de ley busca enmendar el artículo 102 (b) de la Constitución ugandesa, que establece que el candidato tendrá tener al menos 35 años y menos de 75 para ocupar la Presidencia del país.

El NRM cuenta con la mayoría en el Parlamento, por lo que se espera que la propuesta sea aprobada, si bien algunos parlamentarios de la formación han expresado su rechazo a la misma.

En 2005, la Constitución fue modificada para eliminar el límite de dos mandatos, permitiendo que Museveni continuara como presidente del país.

Según el código actual, Museveni, que tiene 73 años, sería demasiado mayor para presentarse a las próximas elecciones generales que se celebrarán en 2021.

LA PRESIDENCIA DE MUSEVENI

Museveni, uno de los mandatarios de África que más tiempo lleva en el cargo, obtuvo un nuevo mandato de cinco años en 2016 en unas elecciones que la oposición consideró fraudulentas, algo que él niega.

Los críticos acusan a Musevini de utilizar las fuerzas de seguridad y el poder judicial para reprimir a la oposición y aseguran que las autoridades del Gobierno no son castigados por los casos de corrupción.

El encarcelamiento de líderes opositores forma parte de la rutina de las fuerzas de seguridad, que en muchas ocasiones han sido criticadas por su extrema dureza a la hora de reprimir las protestas y manifestaciones.

En una entrevista concedida este año a la cadena de televisión qatarí Al Yazira, defendió que "Uganda es uno de los países más democráticos del mundo" y recordó que se ha impuesto en las últimas cinco elecciones.

Así, y tras ser preguntado sobre si cree que será recordado como un dictador, argumentó que "un dictador que es elegido cinco veces debe ser un dictador maravilloso". "Debe ser especial. Elegido cinco veces con una gran mayoría. Debe ser un dictador maravilloso", remachó.

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