LA PAZ 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los países de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) reunidos este jueves en Cochabamba han exigido a los gobiernos de Francia, Portugal, Italia y España que den explicaciones y se disculpen públicamente por cerrar su espacio aéreo al avión del presidente de Bolivia, Evo Morales, ante la sospecha de que el ex agente de Inteligencia de Estados Unidos Edward Snowden iba a bordo.
A través de la llamada Declaración de Cochabamba, varios países de UNASUR han calificado de "inaceptable la restricción a la libertad del presidente Morales, convirtiéndolo virtualmente en un rehén". "El agravio sufrido por el presidente Morales, no ofende solamente al pueblo boliviano, sino a todas nuestras naciones", han aclarado.
Los firmantes han sostenido que constituye "una flagrante violación de los tratados internacionales que rigen la convivencia pacífica, solidaridad y cooperación entre nuestros estados". En concreto, han destacado que se trata de un "hecho ilícito que afecta a la libertad de tránsito y desplazamiento de un Jefe de Estado".
"Rechazamos las actuaciones claramente violatorias de normas y principios básicos del Derecho Internacional, como la inviolabilidad de los Jefes de Estado", han dicho, subrayando que "se ha sentado un peligroso precedente".
Además, han criticado "la falta de transparencia sobre las motivaciones de las decisiones políticas que impidieron el tránsito aéreo de la nave presidencial boliviana".
Por ello, han exigido "a los gobiernos de Francia, Portugal, Italia y España que expliquen las razones de la decisión de impedir el sobrevuelo del avión presidencial de Bolivia por su espacio aéreo".
"De igual manera exigimos a los gobiernos de Francia, Portugal, Italia y España que presenten las disculpas públicas correspondientes en relación a los graves hechos suscitados", han añadido.
Asimismo, han denunciado "el atropello y las prácticas neocoloniales que aún subsisten en nuestro planeta en pleno siglo XXI" y "las prácticas ilegales de espionaje que ponen en riesgo los derechos ciudadanos y la convivencia amistosa entre naciones".
"Frente a estas denuncias, estamos convencidos que el proceso de construcción de la Patria Grande debe consolidarse en pleno respeto a la soberanía e independencia de nuestros pueblos, sin la injerencia de los centros hegemónicos mundiales, superando las viejas prácticas en las que se pretende imponer países de primera y de segunda clase", han señalado.
ACCIÓN INTERNACIONAL
También han respaldado la denuncia presentada por Bolivia ante la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, "por la grave violación de Derechos Humanos y puesta en peligro de la vida del presidente Morales".
"Asimismo, respaldamos el derecho del Estado boliviano de realizar todas las acciones que considere necesarias ante los tribunales e instancias competentes", han apuntado.
A nivel regional, han acordado "conformar una Comisión de Seguimiento, encargando a sus cancilleres (ministros de Exteriores) la tarea de realizar las acciones necesarias para el esclarecimiento de los hechos".
Finalmente, han instado "a la totalidad de los Jefes de Estado de UNASUR a acompañar la Declaración de Cochabamba" y han hecho un llamamiento a Naciones Unidas y a las organizaciones regionales "a pronunciarse sobre este hecho injustificable y arbitrario".
CUMBRE FRUSTRADA
Los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro; Ecuador, Rafael Correa; y Argentina, Cristina Fernández de Kirchner; Uruguay, José Mujica; y Surinam, Dési Bouterse, han participado este jueves en el acto de apoyo a Morales organizado por el Gobierno boliviano en Cochabamba.
En cambio, los presidentes de Chile, Sebastián Piñera; Perú, Ollanta Humala; y Colombia, Juan Manuel Santos; se han ausentado, en contra de lo esperado por Bolivia, que aspiraba a recibir el apoyo unánime de la región.
Brasil, por su parte, ha optado por enviar una delegación encabezada por el veterano diplomático Marco Aurelio, asesor de la presidenta del país sudamericano, Dilma Rousseff, y de su antecesor en el cargo, Luiz Inácio Lula da Silva, en Asuntos Exteriores.
En un principio, la intención del Gobierno boliviano era celebrar una cumbre extraordinaria de UNASUR, pero finalmente no ha sido posible porque para ello se requiere el consenso de todos los países miembro y "algunos" se han opuesto, según ha revelado Correa.
RETENIDO EN EUROPA
El pasado miércoles, Morales estuvo retenido durante más de 13 horas en un aeropuerto de Viena porque su avión tuvo que realizar un "aterrizaje de emergencia" ante la negativa de Francia, Portugal e Italia a dejarle cruzar su espacio aéreo o hacer paradas técnicas, a pesar de que ya se habían obtenido los permisos necesarios para ello.
El ministro de Exteriores, David Choquehuanca, reveló que "después de algunas explicaciones de algunas autoridades (de estos países) nos informamos de que había algunas sospechas infundadas de que el señor Snowden estaba en el avión".
Choquehuanca negó rotundamente que el ex espía fuera en el avión de Morales. "No sabemos quién se ha inventado esta soberana mentira. Nosotros no podemos mentir a la comunidad internacional y llevar pasajeros fantasma", zanjó.
Tras horas de confusión, Francia, Portugal e Italia recularon y dejaron vía libre al avión de Morales, que tuvo que hacer una parada técnica en el aeropuerto de Gran Canaria, desde donde ha partido rumbo a Bolivia.
Morales ha denunciado que las autoridades españolas han intentado registrar su avión --a pesar de que cuenta con inmunidad internacional--, algo que el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha negado rotundamente.
El Gobierno boliviano ha considerado que este incidente es un "atentado" contra Morales, ya que se ha puesto en peligro la vida del líder indígena. Los países latinoamericanos han cerrado filas en torno a La Paz y han condenado la actitud de Europa.