CARACAS 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
Suecia todavía está a la espera de una respuesta formal por parte de las autoridades venezolanas sobre los lanzacohetes AT-4 hallados en un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que habían sido vendidos a Caracas en el año 1988.
"El Gobierno de Suecia no ha recibido una respuesta formal. Seguimos trabajando mediante los canales tradicionales, que son los diplomáticos", dijo el consejero político de la Embajada de Suecia en Colombia, Thomas Stromberg, en una entrevista telefónica al diario venezolano 'El Nacional'.
El pasado miércoles, el presidente venezolano, Hugo Chávez, aclaró que las armas que Colombia asegura haber decomisado a las FARC fueron robadas a Venezuela por los rebeldes en un ataque a un puesto militar ubicado en el suroeste del país ocurrido en 1995.
Sobre estas afirmaciones, Stromberg se abstuvo de emitir una opinión. Sin embargo, subrayó que a pesar de la falta de una respuesta formal "los contactos bilaterales continúan a diferentes niveles".
"No hay prisa", dijo al ser consultado sobre la fecha límite para que Venezuela dé una explicación. "Estamos avanzando y eso es bueno", aseguró el diplomático.
La crisis estalló el pasado 26 de julio, cuando el vicepresidente de Colombia, Francisco Santos, aseguró que en diversas operaciones se habían incautado a las FARC varias armas que un país europeo vendió en el pasado a Venezuela. Suecia confirmó de inmediato la información al señalar que vendió los lanzacohetes en 1988.
Chávez reaccionó diez días después criticando la actitud de Estocolmo por formar parte de la "trampa sucia" que Bogotá tendió a Caracas como parte de una "maniobra" con la que intenta desprestigiar a su Gobierno. Así, dejó claro que "por dignidad" no emitirán ninguna respuesta.