MADRID 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
La milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG) ha denunciado este jueves el posible uso de armas químicas por parte de Turquía en sus bombardeos en la ciudad siria de Manbij.
"Cohetes disparados desde Jarablus alcanzan a civiles en la zona rural de Manbij, causando irritación y picores tras la emisión de gases", ha dicho el grupo a través de su cuenta en la red social Twitter.
Las fuerza turcas atacaron a las YPG --brazo armado del principal partido kurdo de Siria-- en la localidad de Manbij, por ignorar los llamamientos de Ankara a replegarse.
Manbij, uno de los últimos bastiones del Estado Islámico en la frontera turca, fue liberada hace un par semanas por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una coalición rebelde de la que forman parte las YPG.
A pesar de esta victoria militar, las fuerzas turcas han atacado esta semana las posiciones de las YPG y de Estado Islámico en la zona para abrir un "corredor" para los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS) con el objetivo de tomar también Jarablus.
Jarablus cayó este miércoles, gracias a una gran ofensiva liderada por el ELS desde el terreno y apoyada por aviones y tanques turcos en Siria, así como por la Fuerza Aérea estadounidense.
El Gobierno presidido por Recep Tayyip Erdogan considera que las YPG y Estado Islámico son organizaciones terroristas y ha advertido a las fuerzas kurdas de que su operativo militar, bautizado como 'Escudo del Éufrates', continuará si no se repliegan.
Las YPG han anunciado este jueves que los combatientes que participaron en la captura de Manbij han regresado a sus bases tras completar con éxito su misión, frenando con ello su avance a lo largo de la frontera turca.
Las YPG son uno de los principales puntos de fricción entre Turquía y la coalición internacional liderada por Estados Unidos. Mientras Ankara los considera terroristas, Washington les ha dado apoyo militar, convirtiéndolos en la mejor arma de Occidente contra el Estado Islámico.