BRUSELAS, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha pedido a Bruselas que no prejuzgue la política de expulsiones de gitanos rumanos y búlgaros aplicada por París antes de examinar los argumentos aportados por Nicolas Sarkozy y ha censurado las declaraciones "absolutamente fuera de lugar" de la vicepresidenta de la Comisión, Viviane Reding, a la que ha acusado de atacar también a España en el pasado de forma "poco afortunada".
De la vicepresidenta Reding, responsable de la cartera de Justicia, ha dicho que "en ocasiones provoca en los Estados (miembros) sensibilidades que no son convenientes" y ha confiado en que la "fuerza declarativa" de Reding "se contenga en el futuro".
"Respetemos los procedimientos. Si la Comisión, que está en el ejercicio de sus competencias, entiende que puede haber vulneración del derecho comunitario, puede abrir un expediente. Lo que no puede es juzgar previamente, eso no lo puede hacer", ha subrayado Zapatero en rueda de prensa al término de un Consejo Europeo marcado por el enfrentamiento entre París y Bruselas.
El presidente del Gobierno ha explicado que durante la reunión Sarkozy ha presentado a sus colegas los argumentos, "que los tiene", y Zapatero ha pedido "prudencia" para esperar a que Bruselas tome una decisión antes de que los 27 se pronuncien.
El presidente francés ha hecho un resumen de los "pasos legales" que amparan las decisiones que ha tomado y de "los respaldos judiciales" de estas decisiones, según ha señalado Zapatero. Ahora "corresponde esperar a que la Comisión investigue, analice, evalúe y dictamine. Es lo que tenemos que hacer", ha añadido.
Zapatero ha querido dejar claro que los 27 "respetan" el trabajo del Ejecutivo comunitario para estudiar el caso pero que han transmitido a José Manuel Durao Barroso que las declaraciones de Reding, que comparó las expulsiones de gitanos con las prácticas en la Alemania nazi, son "inapropiadas" y están "absolutamente fuera de lugar".
También han subrayado que el "respeto" debe ser el principio de las relaciones de las instituciones europeas con los Estados miembros y coincidido en la necesidad de hacer una política "a favor de la integración" de las minorías.
En este sentido, Zapatero ha admitido que el problema de los "asentamientos" ilegales es un problema que también ha tenido España y lo ha calificado de "mala práctica".
DECLARACIONES INAPROPIADAS
El presidente Zapatero ha insistido en que le debate entre los líderes no ha girado sólo en torno a la cuestión de las expulsiones, sino también en el "respeto" que las instituciones europeas deben a los gobiernos nacionales.
Existe el consenso de que la Comisión Europea debe actuar en defensa de los Tratados, pero también en que "le debe respeto tanto a un Estado como Francia, como a cualquier otro", ha dicho.
Durante la presidencia española de la UE, Reding ya protagonizó un airado enfrentamiento con el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, a cuenta de la euroorden de protección de mujeres maltratadas. Un episodio que Zapatero ha recordado este jueves al señalar que "la vicepresidenta en cuestión también hizo unas declaraciones sobre España que fueron poco afortunadas".
Pese a las polémicas de Reding con Francia y España, Zapatero ha asegurado que en la reunión no se ha pedido la dimisión de la vicepresidenta, responsable de la cartera de Justicia, porque respetan el "juego institucional".
Sin embargo, ha añadido que Barroso es un dirigente "inteligente" que "sabe muy bien que hay determinadas declaraciones que no conviene hacer" y ha confiado en que "no vuelva a suceder".
Sobre la vicepresidenta de la Comisión, responsable de la cartera de Justicia, ha dicho que "en ocasiones provoca en los Estados (miembros) sensibilidades que no son convenientes" y ha confiado en que la "fuerza declarativa" de Reding "se contenga en el futuro".