TEGUCIGALPA, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente derrocado de Honduras, Manuel Zelaya, denunció un plan del Gobierno 'de facto' para allanar esta misma noche la Embajada de Brasil, donde continuaba refugiado desde su llegada al país, capturarle y asesinarle, y detalló que incluso ya cuentan con los médicos forenses que hablarían de suicidio del mandatario derrocado.
"Lo advierto a la comunidad internacional, yo Manuel Zelaya Rosales, hijo de Hortencia y José Manuel, no se suicida, está vivo, luchando por sus principios con firmeza y prefiero morir firme, que arrodillado ante esta dictadura y eso que quede muy claro ante estos tiranos que están queriendo gobernar al país con la fuerza de las armas", declaró el presidente derrocado.
Zelaya aseguró que había recibido amenazas de que la misma noche del martes (madrugada de hoy en España), las autoridades hondureñas tenían previto tomar la Embajada brasileña. "Supuestamente hay un plan sea de captura y asesinato. Tienen a los forenses para declarar que es un suicidio", aseguró Zelaya en una entrevista al canal teleSUR.
Asimismo, mostró su interés de que la petición de Brasil y Estados Unidos de convocar al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas para analizar la crisis política que atraviesa el país, se traduzca en hechos concretos para apoyar al pueblo hondureño que, a su jucio, es el que más está sufriendo las consecuencias del golpe militar de junio que le expulsó del poder.
"Quisiera que la presión que está ejerciendo la comunidad internacional, lo que anunció Estados Unidos y Brasil (...) de que se va a convocar el jueves al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que se concretará en hechos concretos para apoyar a este pueblo que está sufriendo, que no merece este destino después de tanto sacrificio, de tanta explotación de décadas y décadas y es necesario que el pueblo hondureño tenga alguna compensación", insistió durante la entrevista.
Zelaya agradeció la "solidaridad" de los mandatarios y gobiernos del mundo que han rechazado el golpe de Estado y dijo que este sentimiento se multiplicará cuando al fin se restituya el orden constitucional en el país centroamericano.
"Le agradecemos sinceramente a la comunidad internacional, a todos los presidentes de todos los gobiernos que nos han apoyado tan sinceramente y más les vamos a agradecer cuando se restituya la democracia en el país y cuando vuelva la paz", agregó, en referencia a la presión ejercida desde el exterior contra el Gobierno interino dirigido por Roberto Micheletti instaurado tras el golpe militar.
ACUERDO RECIBIDO CON VIOLENCIA
Zelaya, que el lunes ingresó de forma inesperada en suelo hondureño, lamentó que su intención de diálogo haya sido recibida en el país con una actitud agresiva por parte del Gobierno 'de facto' ya que, según afirma, su único objetivo es lograr la restauración del orden democrático en el país.
"Lamento profundamente que desde el 28 (de junio) en que se dio el golpe de Estado hasta la fecha ha habido una represión continua en el país. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció lo que estaba pasando en Honduras", agregó y dijo que su presencia en Honduras era un llamamiento al acuerdo, algo que "ha sido interpretado con balas, con bombas, con represión, con un estado de sitio, con levantar los vuelos en todos los aeropuertos". "Lamento profundamente que una intención de diálogo se conteste en una forma tan agresiva", asestó.
La Embajada de Brasil, donde se encuentra refugiado, está totalmente cercada por militares que han bloqueado todas las entradas y las salidas, según reveló Zelaya durante la entrevista, al tiempo que advirtió de que "tras la represión y desalojo violento unas 20.000 personas que se encontraban cerca de la embajada de Brasil, a las cuatro de la madrugadas aproximadamente (hora local), se arrestó a entre 300 y 400 personas, que han sido llevadas a un estadio de béisbol".
Al ser preguntado por la postura de algunos candidatos presidenciales que se ofrecieron a actuar como mediadores del conflicto entre él y Micheletti, Zelaya dijo que respaldaba la iniciativa "siempre y cuando sea seria". "El peor método para resolver un problema político-social es un golpe de Estado y un Estado represivo como el que hoy tiene nuestro país. Como presidente legítimo estoy tratando de que vuelva la armonía y la paz que hemos mantenido por más de tres décadas", apuntó.
Por su parte, el Gobierno interino anunció esta madrugada que está dispuesto a dialogar con el mandatario depuesto siempre y cuando reconozca las elecciones generales previstas para el 29 de noviembre.