SAO PAULO 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Brasil, Luiz Inácio 'Lula' da Silva, defendió hoy que la violencia no debe ser impedimento para que Río de Janeiro sea sede de los Juegos Olímpicos en 2016, ya que en otros países el terrorismo tampoco lo es.
"Si fuesemos a mirar la violencia, nos preguntaríamos por qué hacer unas Olimpiadas en un país que tiene terrorismo, en un país que tiene grupos que cometen atentados todos los días", argumentó 'Lula' en una entrevista con la BBC en Pekín, donde se encuentra para asistir a la inauguración de los Juegos Olímpicos. "En Brasil no hay terrorismo", apostilló, sin referirse a ningún caso concreto.
Así, el presidente brasileño explicó que la violencia callejera en el país suramericano es el resultado de las políticas públicas de los Gobiernos de los últimos 50 años, pero aseguró que la situación está cambiando gracias a las inversiones en educación, transporte y salud en las favelas.
A su juicio, Brasil "está preparado" para albergar los Juegos Olímicos. "Hicimos los Juegos Panamericanos y no hubo un gesto violento. Brasil es un país de paz", afirmó.
El presidente brasileño está aprovechando su presencia en China para hacer campaña por la candidatura de Río de Janeiro para las Olimpiadas de 2016, a las que también concurre Madrid. Después de los de Beijing, en 2012 Londres será la sede de los próximos juegos.
Sin embargo, 'Lula' no ha querido abordar la cuestión de los Derechos Humanos, ya que, según explicó, la candidatura de Río ha sido el tema central de su visita, en la que pretende "hacer contactos políticos para convencer a los miembros del Comité (Olímpico) Internacional de que escojan Brasil.
"No vine a China para discutir sobre Derechos Humanos. Eso lo discutiré en una reunión bilateral con Hu Jintao, cuando haya una reunión del Gobierno brasileño con el Gobierno chino", insistió, tras explicar que en la encuentro que ha mantenido ahora con el presidente chino no trató "cuestiones que no fuesen pertinentes al deporte".
OLIMPIADA PARA LOS "POBRES"
'Lula' defendió que espera que Río consiga su objetivo, para que sean unas Olimpiadas democráticas para los "pobres" de América del Sur. "Somos un país que tiene frontera con variós países de Suramerica, por lo que tenemos una posibilidad de hacer que los pobres del mundo, que no tiene posibilidades de ver unos Juegos Olímpicos, puedan ir a Brasil a ver unos", explicó.
Además, aseguró que, en "cualquier asunto", Brasil se encuentra "entre las diez mayores economías del mundo". "Tenemos que pensar en el legado que queda para el pueblo cuando terminan los juegos", argumentó, tras subrayar que, en un evento de estas características, no hay sólo que pensar en el "coste", sino también en los "beneficios" que acarrea.