El 59% de los hogares tiene al menos once miembros
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
El 75 por ciento de las familias de los menores extranjeros no acompañados que arriban en patera o cayuco a la Comunidad Autónoma de Canarias cuenta con unos ingresos menores a 100 euros mensuales; un hecho que, junto a que más de la mitad de sus núcleos familiares --el 59 por ciento-- están conformadas por al menos once miembros, hace que estos chicos decidan embarcarse rumbo al archipiélago.
Según se extrae del 'Estudio sobre la migración internacional de menores extranjero no acompañados subsaharianos hacia las Islas Canarias: Perfil y Expectativas', elaborado por la Fundación Nuevo Sol --que encuestaron a casi 500 menores no acompañados-- y recogido por Europa Press, los "precarios" ingresos de estas familias en su lugar de origen provienen de diversas fuentes, ya que no viven sólo de un empleo, sino que reúnen y agrupan dentro de la misma unidad familiar diversos trabajos o actividades de los distintos miembros.
Asimismo, el 77 por ciento de las familias de los menores cuenta con algún tipo de actividad laboral remunerada, de las que el 40 por ciento tiene trabajo remunerado por parte de ambos progenitores. Por su parte, una quinta parte de las familias de los chicos no cuenta con ningún tipo de empleo y viven de los ingresos que obtienen en la economía de subsistencia familiar.
En este sentido, las actividades manuales en el sector primario --principalmente pesca y agricultura-- y el sector servicios, donde destaca el comercio en el sector informal, constituyen las principales fuentes de ingreso y de trabajo de los hogares de los jóvenes que llegan en cayuco a Canarias.
Los menores, antes de llegar a las islas, residían en viviendas precarias construidas con materiales baratos y que cuentan con varias habitaciones separadas. Además, estas casas tienen graves carencias en lo que a infraestructuras básicas del hogar se refiere, puesto que el 55 por ciento de los domicilios de los que procedían los chicos encuestados no tenían instalaciones de agua corriente y luz eléctrica.
Aquí, el 98 por ciento de los menores explicó que la falta de ingresos ha sido el principal motivo por que el se embarcaron en un cayuco, mientras que la mayor motivación de los jóvenes ha sido de carácter laboral, ya que el 100 por ciento de los menores extranjeros afirmó que trabajar y conseguir unos ingresos superiores en los mercados de trabajo de la Unión Europea son los motivos de la migración internacional.
LA MAYORÍA TIENE ENTRE 16 y 18 AÑOS
Dicho informe destaca asimismo que el 80 por ciento de los menores emigrantes no acompañados tiene entre 16 y 18 años, mientras que de ellos, el 70 por ciento no ha completado la educación primaria. Además, el 80 por ciento ya contribuía al sostenimiento de la economía familiar con el desempeño de trabajos precarios y con escasa o nula remuneración en el momento de la emigración, cobrando 4 y 6 veces menos en el España por un mismo trabajo.
La mayoría de los menores, el 60 por ciento, proceden de Senegal, país seguido de Mali con el 19 por ciento. En este sentido, el 59 por ciento de los chicos tienen familias de más de 11 miembros, contando el 90 por ciento de ellos con un alguno de los progenitores como cabeza de familia.
En lo que a Senegal se refiere, el estudio señala que no es sólo el país central de origen, sino que además es el principal lugar de embarque hacia Canarias. De esta manera, el 68 por ciento de los menores se ha subido a un cayuco rumbo a las islas desde este país.
Dentro de Senegal destaca la península de Dakar, puesto que desde Kayar (al norte) hasta Joal (al sur), los diferentes puertos acogen a 30 de cada 100 menores no acompañados que viajan hacia el archipiélago, mientras que desde Casamance, al sur del país, salen 25 de cada 100 jóvenes que arriban a las islas.
Por su parte, el 92 por ciento de los menores pasa al menos 4 días de travesía, siendo el 53 por ciento de los casos un viaje de 8 días. La mayoría viaja en los meses de verano debido al buen tiempo mientras que más de la mitad de los menores, el 56 por ciento, repetiría el trayecto y el 76 por ciento se la recomendaría a sus conocidos.