El Cabildo de Gran Canaria propone la declaración de la noria de Jinámar como Bien de Interés Cultural

Actualizado: martes, 12 agosto 2008 13:44

El ingenio hidráulico constituye un 'ejemplo único' de adaptación de la tecnología de extracción de la época a la realidad insular LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 12 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico y Cultural del Cabildo de Gran Canaria ha comenzado los trámites para la declaración de la Noria de Jinámar como Bien de Interés Cultural, según informó el consistorio en un comunicado.

El informe elaborado por los técnicos del área de Patrimonio aseguró que se trata de "una de las obras más importantes del patrimonio hidráulico de la isla, tanto por su antigüedad como por su singularidad, que la convierten en un valor único", según los datos recogidos por Europa Press. Con este nuevo expediente, el Cabildo de Gran Canaria continúa con su política de protección del patrimonio insular en sus diferentes categorías.

Este futuro nuevo Bien de Interés Cultural sería incluido en la categoría de Sitio Etnológico y desde el Cabildo de Gran Canaria se afirmó que "es un magnífico ejemplo del tesoro patrimonial de carácter industrial que posee Gran Canaria, un legado quizás no suficientemente valorado pero que es fundamental para conocer la evolución tecnológica insular".

PATRIMONIO HISTÓRICO

Esta infraestructura de carácter hidráulico data de mediados del siglo XIX y hay que buscar su origen en Francia, a donde se desplazó el conde de la Vega Grande para ver 'in situ' el funcionamiento de estos ingenios mecánicos y su posibilidad de adaptación a las singularidades del trabajo agrícola canario. Así, en 1850 se tienen las primeras referencias del funcionamiento de un equipamiento que sufrió algunas modificaciones importantes en cuanto a su diseño, para adaptarse a la realidad insular. La noria de Jinámar se construyó para dotar de agua al conocido como 'Cortijo del Valle'.

Desde el punto de vista mecánico la Noria es en realidad un malacate de tracción animal, ya que el empuje lo proporcionaban caballos, que hacían girar las palancas conectadas a una rueda dentada encargada de transmitir la fuerza al árbol. Este eje acciona tres cigüeñales-vástagos que mediante bombas de pistón extraían y elevaban el agua hasta el depósito anexo al edificio.

Por lo tanto, el mecanismo de elevación tradicional de la noria con cangilones se sustituye en este caso por un malacate de tracción animal. Todos los elementos de la mecánica están hechos en hierro fundido de gran calidad, salvo las palancas de arrastre que son de madera. A finales del siglo XIX y principios del XX se añadió un segundo cuerpo de bombas impulsadas a vapor que más tarde fue sustituido por otro de gas pobre y, en los años 30, por un motor diesel.

Una de las particularidades de la Noria de Jinámar es que el malacate está bastante más alto que el brocal del pozo, lo que supuso aumentar la altura de la obra, con el objetivo de alcanzar mayor cota, para llegar más lejos con el agua de riego. Para acceder con los animales hasta esta altura el ingenio cuenta con una rampa de acceso con pavimento empedrado, dirigida hacia el talud interior.

La ubicación de la noria en uno de los lados del Barranco, en la zona de desembocadura del cauce y sobre un depósito de aluviones, facilitaría los trabajos de excavación. Desde esta zona se realizó un pozo de pequeñas dimensiones con una profundidad de 14 metros y con un diámetro considerable para este tipo de obras, unos 6 metros de ancho. Las extracciones se realizaron mediante la construcción de dos galerías que nacen desde el interior del pozo.

La primera de estas galerías, con un kilómetro de recorrido se dirige hacia el Barranco de Telde, para aprovechar las aguas de escorrentía subterránea de su cauce. La segunda, bastante más larga (3 kilómetros), se dirige hacia el interior a la zona de Jinámar y Marzagán. Estos dos túneles tienen unos dos metros de alto por uno de ancho y fueron rematados por un arco de medio punto.

BIENES DE INTERÉS DE CULTURAL

Entre las competencias de los cabildos insulares está promover y tramitar los expedientes de declaración de bienes de interés cultural, elevándolos al Gobierno de Canarias para su aprobación, así como las modificaciones de dichos expedientes.

Por otro lado, los BIC serán "aquellos bienes que ostenten notorios valores históricos, arquitectónicos, artísticos, arqueológicos, etnográficos o paleontológicos o que constituyan testimonios singulares de la cultura canaria", lo que supone el "establecimiento de un régimen singular de protección y tutela".