Gran Telescopio Canarias inaugurado hoy está en la vanguardia mundial en prestaciones para la investigación astronómica

Actualizado: viernes, 24 julio 2009 17:04

VILLA DE GARAFÍA (LA PALMA), 24 jul.

El Gran Telescopio Canarias (GTC), inaugurado este viernes por El Rey de España en el Observatorio del Roque de Los Muchachos (La Palma, Islas Canarias), es, además del mayor telescopio del mundo, uno de los más avanzados y con mejores prestaciones para la investigación astronómica.

El GTC tiene una superficie equivalente a un espejo circular de 10,4 m de diámetro, y su espejo primario está compuesto por 36 piezas hexagonales. Aparte del espejo primario, se utilizan un espejo secundario y un tercer espejo para enviar la luz a los focos, donde se ubican los instrumentos científicos. La montura, estructura de acero que soporta los espejos, es altacimutal, es decir, que los movimientos se realizan según dos ejes, el horizontal y el vertical.

Este telescopio observa la luz visible y la infrarroja procedentes de los objetos celestes. Por ser el último de la llamada generación de telescopios de 8-10 metros, el GTC ha intentado mejorar el diseño de sus predecesores, aprendiendo de su experiencia. En el momento de su operación científica, es el telescopio con mayor superficie colectora de luz: 75,7 m2.

OPTICA ACTIVA Y ÓPTICA ADAPTATIVA

Junto con la gran superficie colectora, es muy importante la calidad de imagen, por lo que el GTC utiliza dos técnicas para optimizarla: la óptica activa y, más adelante, la óptica adaptativa.

Con la óptica activa, se alinean, deforman y mueven los segmentos del espejo primario, además de mover y alinear el espejo secundario, con el fin de mantener de un modo preciso su posición, independientemente de las condiciones externas (climatología, temperatura, gravedad, defectos de fabricación, etc.) de manera que no influyan en la imagen.

En el viaje de millones de kilómetros que la luz emprende desde una lejana estrella o galaxia, sin sufrir perturbación alguna, es en sus últimas decenas de kilómetros cuando atraviesa la turbulencia atmosférica y se degrada.

La óptica adaptativa es una ambiciosa técnica que, aplicando rapidísimas correcciones en tiempo real con espejos deformables (del orden de miles de correcciones por segundo), consigue compensar las aberraciones que la luz sufre a su paso por la atmósfera.

A todo esto hay que sumar una cúpula, que protege al telescopio y está preparada para evitar al máximo la existencia de turbulencias externas e internas que puedan degradar la imagen, y una estructura mecánica diseñada para que la observación se realice libre de vibraciones que podrían restar nitidez a las imágenes.

Además, el GTC pretende lograr un óptimo aprovechamiento del tiempo de observación mediante el sistema de observación por colas (proceso por el cual se decidirá automáticamente qué instrumentación y qué tipo de observación conviene hacer conforme a las condiciones atmosféricas y de la instalación de cada momento).

Además, utilizará un avanzado sistema de control y dispondrá de una alta fiabilidad de funcionamiento gracias a un programa de mantenimiento preventivo, diseñado para percibir posibles fallos de funcionamiento antes de que se produzcan, garantizando que el tiempo de parada producido por estos fallos en el sistema sea mínimo.