SANTA CRUZ DE TENERIFE 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
La perforación y funcionamiento del pozo de Las Mercedes y del futuro pozo de la Mesa Mota, en el caso de llevarse a cabo, no tienen porqué afectar a las estructuras de las casas de la Vega lagunera. Sin embargo, las oscilaciones en la superficie freática del acuífero más superficial de dicha Vega, debidas al régimen de precipitaciones locales y a la explotación de este acuífero, pueden provocar fenómenos reológicos de asentamiento del terreno que pueden causar el agrietamiento de algunas viviendas situadas en la mencionada Vega.
Así lo ha asegurado Ramón Casillas, profesor titular de Petrología y Geoquímica del Departamento de Edafología y Geología de la Universidad de La Laguna, en una entrevista concedida a Europa Press.
El pozo que se ha excavado en el patio del Colegio de Educación de Infantil y Primaria (CEIP) de Las Mercedes, de más de 500 metros de profundidad, extrae el agua del acuífero más profundo de esta zona de la isla, por lo que "la extracción del agua de este acuífero no tiene por qué generar efectos tan superficiales", indicó el profesor, quien achaca la posible aparición de estas grietas a un fenómeno natural que se produce en el terreno que existe en y sobre el acuífero más superficial.
Ramón Casillas explicó que bajo la Vega lagunera hay dos acuíferos superpuestos. El más superficial, el llamado de la Vega Lagunera, es un acuífero colgado que no está conectado con el acuífero general, y cuya superficie freática reacciona muy rápidamente con las precipitaciones de lluvia locales.
"Cuando llueve, el agua se filtra desde la superficie hacia el interior del terreno hasta encontrar un nivel de roca impermeable. Sobre este nivel impermeable, el agua se acumula en poros y fisuras de la roca hasta una cierta profundidad en la que se sitúa la superficie freática. Es este agua subterránea la que se extrae por medio de pozos y galerías", explica el geólogo.
El acuífero colgado de la Vega Lagunera debe su origen a la acumulación de sedimentos que existe en esta parte de la isla y alcanza pocos metros de profundidad. Precisamente, sobre este acuífero se situaba la laguna donde hoy se asienta gran parte del núcleo urbano actual.
El problema de este acuífero, según el profesor Casillas, es que está "muy contaminado" debido a la filtración de aguas residuales procedentes del citado núcleo urbano, por lo que su utilización para el consumo humano es bastante problemática.
La superficie freática del acuífero colgado, que se localiza en el subsuelo, está muy influenciada por el régimen de precipitaciones y responde de manera inmediata a los cambios. "Así, si llueve mucho en poco tiempo en la Vega lagunera, la capa freática sube rápidamente, provocando el afloramiento del agua subterránea cuando dicha capa, en determinadas zonas, alcanza la superficie del terreno", señala.
El geólogo apunta que la existencia de una laguna en esta zona se debía, en gran parte, a este fenómeno. "Para desecar la laguna e impedir que este fenómeno se repitiera periódicamente se construyó un sistema de canales de drenaje que transportara eficazmente el agua fuera de la Vega", comenta.
Bajo la Vega lagunera, añade el experto, existen sedimentos con gran cantidad de arcillas expansivas que aumentan su volumen con el agua, expandiéndose, de ahí su nombre. Al perder el agua se vuelven a contraer y este fenómeno periódico de hincharse y deshincharse altera las características geomecánicas del terreno, por lo que en esta zona es conveniente usar una cimentación especial para que estos movimientos no afecten a la estructura de las casas.
FENÓMENO EXPANSIVO
Por todo ello, la posible aparición de grietas en algunas viviendas de la Vega lagunera, según el profesor Casillas, puede ser el efecto de este fenómeno expansivo de las arcillas afectadas por las oscilaciones del acuífero más superficial y no al que está abasteciendo al pozo de Las Mercedes, que se encuentra centenares de metros por debajo del anterior.
En este sentido, el gerente del Consejo Insular de Aguas, José Fernández Bethencourt, ha aclarado que este acuífero colgado se explota desde hace siglos por algo más de un centenar de pozos ordinarios que suelen tener una profundidad máxima de 20 ó 30 metros y sirven, por ejemplo, para regar fincas.
No obstante, recuerda que ha habido años en los que se han registrado lluvias intensas que han provocado que el agua supere el nivel del suelo, como ocurrió hace unos años en la zona del Camino de Las Peras.
ACUÍFERO PROFUNDO
En cuanto al acuífero más profundo, éste se corresponde con el multiacuífero general de la isla, que es de donde realmente se está extrayendo el agua en Las Mercedes, y que es bastante más profundo.
En el caso de la Vega lagunera, existe una galería que aprovecha ya este acuífero profundo, que tiene unos siete kilómetros de longitud y que parte de La Padilla, en Tegueste, y llega a Valle Tabares, en el término municipal de Santa Cruz. Esta galería pasa cerca de la trasera de la Plaza del Cristo, a 300 metros de profundidad.
Fernández Bethencourt señala que el pozo que se ha autorizado en Las Mercedes servirá para extraer agua del acuífero profundo y no del acuífero superficial. De hecho, explica que se ha realizado un sellado de las paredes del pozo en su tramo más superficial para que el agua del acuífero de la Vega lagunera no se introduzca en el pozo, por lo cual, "la existencia de este pozo profundo no afecta a la posición de la superficie freática del acuífero más superficial".
Ese revestimiento, agrega, también se ha hecho para no afectar ni al acuífero colgado ni a las extracciones de los pozos locales. "Por tanto, hablamos de un explotación del acuífero general, de una zona que no tenía aprovechamiento y donde se ha demostrado con diferentes ensayos que se puede extraer un caudal relativamente modesto pero de interés para el abastecimiento de la población de las zonas más próximas", concluye.