LOGROÑO, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
Decenas de personas, muchas de ellas ciudadanos anónimos, se han reunido este mediodía homenaje ante el Monumento a las Víctimas del Terrorismo, de Agustín Ibarrola, ubicado en El Espolón de Logroño, para rendir homenaje a Miguel Angel Blanco, cuando se ha cumplido el 19 aniversario de su asesinato.
El acto, presidido por la alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, ha contado con una nutrida participación de instituciones y partidos políticos regionales y locales. Así, han participado el presidente del Gobierno de La Rioja, José Ignacio Ceniceros; la presidenta del Parlamento regional, Ana Lourdes González; y el delegado del Gobierno en la comunidad, Alberto Bretón.
También han estado presentes los consejeros de Presidencia, Begoña Martínez Arregui, y de Justicia y Política Social, Conrado Escobar; cargos del PP, como su presidente en La Rioja, Pedro Sanz, o los diputados electos nacionales Emilio del Río y Mar Cotelo; el secretrario de Organización del PSOE riojano, Francisco Ocón; y prácticamente la Corporación municipal logroñesa al completo, entre otros.
El acto se ha iniciado con la lectura del manifiesto de la jornada, a cargo de Cuca Gamarra. Un escrito, compartido por las concentraciones de homenaje que se están sucediendo estos días por toda España, y en el que se recuerda que se cumplen "19 años sin Miguel Ángel Blanco, del secuestro y asesinato de un joven concejal del PP en el Ayuntamiento de Ermua que se sentía vasco y español y que creía y defendía una convivencia libre, plural y pacífica en el País Vasco".
Como ha leído la alcadesa, "millones de españoles intentamos salvar la vida de Miguel Ángel, desde la unidad y el sentido cívico y democrático de un país azotado por el terror, hastiado por tanto dolor injusto producido por los asesinos de ETA y sus cómplices".
Unos días de julio de 1997 "que conmemoramos y que forman parte de las imágenes más recordadas de nuestras vidas", como "la angustia y la dignidad de la familia de Miguel Ángel Blanco", "las velas encendidas", "las manos blancas", "la firmeza de un gobierno y de toda la clase política en contra de cualquier cesión" o "la unidad social".
"48 horas que mantuvieron a un país en vilo en el intento de poder salvar la vida de un hombre. ETA, como siempre, cumplió su amenaza y la desolación y la indignación atravesó a millones de ciudadanos movilizados y sensibilizados ante un nuevo horror contra la vida y contra la libertad", ha añadido.
En palabras de Gamarra, "Miguel Ángel Blanco está integrado también en nuestra memoria política, las consecuencias de la dimensión pública de su secuestro y asesinato diseñaron la estrategia más efectiva en la lucha antiterrorista basada en la no negociación con la banda, la aplicación del Estado de derecho, sólo la ley pero toda la ley, la colaboración internacional, la solidaridad con las víctimas y la deslegitimación del terrorismo en todas sus formas y manifestaciones".
Ha asegurado que "en aquellos días se trazó la línea divisoria entre los demócratas y los totalitarios, la sociedad española tuvo claro quiénes eran las víctimas y quiénes los verdugos". "Miguel Ángel Blanco permanece en la conciencia y en el corazón de la gente de bien, es un referente y un símbolo de libertad, de la defensa de los principios democráticos por los que miles de ciudadanos españoles han dado su vida, su integridad física, su libertad o su seguridad en una larga lucha por la derrota del terrorismo aún sin resolver definitivamente", ha dicho.
El manifiesto apunta que, con la labor de las FSE y la aplicación del Estado de Derecho, se ha conseguido "en gran medida acabar con la acción criminal de ETA pero el proyecto político cuya imposición criminal ha condicionado la vida de la sociedad española por más de cincuenta años sigue vigente en el País Vasco y Navarra y por desgracia encuentra nuevos adeptos".
Por ello, ha advertido que "es una exigencia democrática denunciar una ideología que no contempla la condena clara y sin excusas de todos y cada uno de los atentados cometidos, que intenta reescribir la historia del terror, que busca la impunidad y el blanqueamiento de miles de crímenes cometidos en nombre de una quimera, que intenta neutralizar el significado de las víctimas, su verdad y su dignidad".
"Hoy está en juego el relato final que no puede ser escrito por los que no condenan el terrorismo ejercido por ETA durante décadas. Hoy todavía están pendientes de esclarecer demasiados crímenes y es un deber político e institucional responder a la reclamación de Justicia que las víctimas exigen para poder cerrar el duelo", ha subrayado.
Para la alcaldesa de Logroño, "esta unión que se evidenció durante el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco es la base de los valores y principios que construyen nuestros derechos y nuestros deberes, dentro de un país libre y civilizado, es la fortaleza que nos mantiene en pie y no arrodillados ante ninguna tiranía, es el impulso que nos motiva a contar a nuestros hijos y a nuestros nietos quien fue Miguel Ángel Blanco, qué enseñanza nos trasmitió el Espíritu de Ermua".
Y, en este marco, ha asegurado que "no podemos bajar la guardia, también el terrorismo yihadista sigue amenazando nuestras libertades, debemos extraer las mejores enseñanzas de la larga lucha contra el terrorismo interno sufrido en España para enfrentarnos a los fundamentalistas de cualquier credo o ideología".
"Especialmente debemos estar atentos a los riesgos de la fanatización de las ideas, caldo de cultivo de las acciones terroristas. Es fundamental defender nuestros valores y principios éticos y constitucionales como muro de contención contra el totalitarismo, el sectarismo, la intolerancia y el fanatismo nacionalista, especialmente entre los más jóvenes", ha recalcado.
Ha concluido señalando que hay que "reafirmar la importancia de una Memoria ética, social y política que nos haga más libres y más capaces de resistir las adversidades y construir una convivencia y un país del que podamos sentirnos orgullosos, desde el ejemplo permanente de las víctimas del terrorismo reivindicamos: Memoria, Verdad, Justicia y Dignidad".
Tras la lectura del manifiesto, se ha guardado un minuto de silencio en memoria de Blanco y de las víctimas del terrorismo, que ha finalizado con un fuerte aplauso de los asistentes. Como conclusión, Gamarra, Ceniceros, González y Bretón han depositado una ofrenda floral ante el Monumento a las Víctimas del Terrorismo.