Asegura que los futuros controles de velocidad media por tramo de la DGT sólo servirán en "tramos homogéneos"
MADRID, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, afirmó hoy que no comparte la ubicación del nuevo radar instalado en la autopista AP-6 a la salida del túnel de Guadarrama con un límite de 100 kilómetros por hora y que empieza a funcionar hoy, ya que "ese kilómetro no está calificado como punto negro".
Asimismo, espera que no se utilice como un elemento puramente recaudatorio. "Nos gustaría que el control de velocidad se hiciera de forma rigurosa, se advirtiera previamente, y desde luego no se convierta en un elemento de recaudación, como ocurre con otros radares de la Comunidad de Madrid", concluyó el presidente de AEA.
Igualmente, Arnaldo explicó que los nuevos controles de velocidad media por tramos que prevé instalar la Dirección General de Tráfico (DGT) sólo serán válidos "siempre y cuando sean tramos homogéneos", puesto que en caso contrario "de nada sirve sacar las medias".
Así, en declaraciones a Europa Press, Arnaldo explicó que "para hacer el control de velocidad media por tramos, la vía tiene que tener unas características uniformes", puesto que en muchas ocasiones en poca distancia las vías tienen distintos límites de velocidad.
Por otro lado, Arnaldo señaló sobre la ubicación de estos nuevos controles, que donde realmente son necesarios en "la red secundaria" porque, a su juicio, ahí es donde se concentra el mayor número de accidentes. No obstante, matizó que el control de velocidad media por tramo en ese tipo de vía "es más difícil" de comprobar.
Además, desde AEA reconocieron que "es indudable que la velocidad es un factor de riesgo" en la conducción, pero señalaron que es la "velocidad inadecuada" en cada momento, según variables climatológicas y de visibilidad, la principal causante de los accidentes de tráfico.
Desde esta asociación automovilística argumentaron que es esta "velocidad inadecuada" lo que debería perseguir la DGT, y no simplemente el exceso de velocidad genérico para cada vía.
De este modo, Arnaldo sostuvo que se corre el riesgo de "convertir un instrumento de prevención como son los radares, en un instrumento de recaudación", puesto que "los radares actualmente no controlan la velocidad inadecuada según las circunstancias".
Para Arnaldo los conductores respetan "cada vez más" los límites de velocidad, gracias en parte a las campañas de concienciación. "Es una minoría la que infringe los límites de velocidad" y la mayor parte de estas infracciones sería por "excesos mínimos".