MADRID, 27 Oct. (EUROPA PRESS) - La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, ha confesado este lunes estar "harta" por los casos de corrupción y ha pedido "perdón" por el "error" de haber confiado en el ex secretario general del PP de Madrid Francisco Granados, a quien nombró para cargos orgánicos del partido e institucionales dentro del Gobierno regional. Así se ha manifestado en la rueda de prensa convocada con urgencia tras la detención del que fuera su número tres, Francisco Granados, y varios alcaldes del PP en el marco de la operación Púnica, que desarrolla la Audiencia Nacional. Entre ellos cuatro son del Partido Popular, José Carlos Boza (Valdemoro), Gonzalo Cubas (Torrejón de Velasco), David Rodríguez (Casarrubuelos) y Agustín Juárez (Villaba). Aguirre ha comenzado la rueda de prensa confesando su "profunda vergüenza" por los casos de corrupción aparecidos, lo que le ha llevado a afirmar, a renglón seguido, que no eludiría su responsabilidad. "No quiero eludir la responsabilidad que me corresponde en el nombramiento de Francisco Granados para cargos de alta responsabilidad en el partido y en el Gobierno de la Comunidad de Madrid", ha manifestado. SIN ESCONDERSE "TRAS COLETILLAS" Es por eso que ha pedido perdón por ese "error" a los "militantes honrados y sacrificados del PP, por haberles propuesto para secretario general a este señor". Se excusa sin esconderse "tras la coletilla de la presunción de inocencia o la de que se está esperando a lo que digan los jueces". Los ciudadanos, ha asegurado, están "hartos de esas coletillas", que son vistas como "excusas de los políticos para no tomar postura sobre políticos de su mismo partido". "Están hartos del espectáculo de corrupción que se encuentran cada mañana en la prensa. Yo también estoy harta. Hay muchas razones para estar harta", ha declarado de manera contundente en una concurrida rueda de prensa, en la que también ha defendido que "hay más políticos honrados que corruptos". SIN "LA MENOR SOSPECHA" Aunque perdió la confianza en Granados "hace más de tres años", Aguirre ha aseverado que nunca tuvo "la menor sospecha" de que el que fuera su número tres "utilizara sus cargos para enriquecerse personalmente". "Si hubiera tenido la más nimia sospecha habría actuado con prontitud e inmediatamente lo habría puesto en conocimiento de la Justicia, como he hecho siempre y como hice en el caso Gürtel", ha apostillado después de definir este caso como otro que "avergüenza a los militantes del PP". Precisamente sobre el caso Gürtel, la presidenta del PP ha sido rotunda al declarar que nunca se planteó dimitir por él y ha recordado que no le "tembló el pulso para cesar" a aquellos que estaban inmersos en él, "incluso sin estar siquiera imputados". En este punto ha pedido celeridad a la Justicia ya que han pasado seis años desde su estallido y todavía no se ha abierto juicio oral. Por otro lado, Aguirre ha expuesto que le está dando vueltas a la idea de personarse en el caso, opción que habrá que estudiar con el abogado del partido. Preguntada sobre la distinta velocidad que se está aplicando para abrir expediente a estos detenidos frente a otros populares inmersos en otros procesos, con Caja Madrid como telón de fondo, la madrileña cree que en el caso de los imputados por las tarjetas opacas "se les acabará expulsando". "Hoy (a los detenidos en la operación Púnica) se les da de baja temporal (del partido). Los otros pudieron entender que la tarjeta era parte de su sueldo... Es complicado pero llueve sobre mojado y cuando llueve sobre mojado, ¿qué pasa? Pues que se inunda antes", ha remachado. Sobre la detención del alcalde socialista José María Fraile, Aguirre ha manifestado que "habrá que saber" qué periodo se investiga pero que no se quería "meter con otros partidos".