MADRID 8 May. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) recuerda que la intolerancia a la lactosa, que afecta a más del 10 por ciento de la población española, está provocada por un problema al digerir el azúcar de la leche (la lactosa) que puede provocar dolor abdominal o diarrea pero en ningún caso la muerte.
Así lo ha reconocido a Europa Press la portavoz de esta entidad y jefa de Sección de Alergias del Hospital de Guadalajara, Arantxa Vega, después de que diversas informaciones sobre la muerte de un niño en una granja escuela de Villanueva de Perales (Madrid) por una reacción alérgica apuntaran a que era intolerante a la lactosa y que un yogur de soja pudo ser el desencadenante de dicha reacción.
En este sentido, esta experta ha aclarado que estas informaciones pueden producir una "alarma injustificada" porque la intolerancia a la lactosa "nunca provoca reacciones alérgicas". "Sólo da cuadro digestivo, de dolor abdominal o diarrea, por lo que nos puede llevar al cuarto de baño pero no a la puerta de Urgencias de un hospital", ha aseverado.
"Los intolerantes pueden estar tranquilos porque de eso no se muere nadie", ha insistido esta experta, que recuerda que otra cosa diferente son las alergias a la leche, que en ningún caso están provocadas por la lactosa sino por alguna de las proteínas de este alimento.
En estos casos, el paciente alérgico tiene anticuerpos contra la leche que hacen que, al tomarla, estos reaccionen y produzcan una reacción alérgica generalizada "que puede ser de mayor o menor intensidad en función de la gravedad de la alergia", que en los casos más graves puede provocar anafilaxia, con riesgo mortal.
"Hay gente que ya tiene síntomas al tomar un mililitro de leche. Por lo que simplemente con 10 mililitros ya puede tener unos síntomas gravísimos", ha advertido.
Y otra de las diferencias entre la intolerancia a la lactosa y la alergia a la leche es que estos últimos no pueden tomar ningún alimento derivado de origen animal, mientras que hay muchos intolerantes que pueden tomar yogures o quesos porque "al fermentar la leche, la lactosa suele transformarse en ácido láctico".