MADRID 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Comunidad de Madrid ha iniciado la instalación en sus carreteras, sobre todo, en la sierra, de un novedoso sistema de prismas reflectantes que actúan como elementos disuasorios para evitar el atropello de animales, informaron a Europa Press fuentes de la Consejería de Transportes e Infraestructuras.
Ya se han colocado 2.000 de estos prismas en más de 27 kilómetros de la red regional de carreteras, la mayor parte localizados en las vías que atraviesan las reservas naturales de la Sierra del Rincón y la Sierra de Guadarrama.
El sistema consiste en unos prismas reflectantes de vidrio que desvían la luz de los faros del vehículo hacia el interior del monte, inmovilizando en su desplazamiento a la fauna antes de que intente cruzar la carretera y mucho antes de que el vehículo llegue a la altura de donde se encuentre el animal.
Esta iniciativa, además de proteger a los animales, tienen la finalidad de garantizar la seguridad de todos los conductores, ya que se ha observado que cada año son más los accidentes provocados por el paso de animales a la calzada.
Estos prismas, inventados en Alemania, se instalan sobre postes ya existentes en el margen de la carretera, pero sólo en aquellos puntos marcados como zonas de paso de animales, y actúan desde la caída del sol hasta el amanecer, es decir, en aquellas franjas horarias en las que se produce un alto porcentaje de choque con animales.
Además, como medidas complementarias y de apoyo a la instalación de estos sistemas, se ha mejorado la señalización en la zona, colocando señales de límite de velocidad, y recomendando llevar las luces encendidas en todo momento. Igualmente, también se han construido pasos canadienses (obstáculos diseñados para evitar que los animales circulen libremente).
LA SIERRA, LA MÁS "PELIGROSA"
Actualmente hay instalados 16 prismas reflectores antiatropellos y situados en la M-604, en Rascafría; M-600 en Sevilla La Nueva; dos prismas en la M-102, en Patones; M-325 en Villarejo de Salvanés; M-604 en Lozoya del Valle; M-537 en Valdequemada; dos en la M-139, en Montejo de la Sierra; otros tres en la M-130, en Prádena del Rincón; en la M-130, en Puebla de la Sierra; dos en la M-133, en El Atazar; M-137, en La Hiruela; y en la M-141 en Horcajuelo de La Sierra.
Otras actuaciones relacionadas con la protección de la fauna consisten en la reposición de las vías pecuarias cuando estas se ven afectadas por una actuación de carreteras. Igualmente, también se ha llevado a cabo la construcción de pasos de fauna superiores e inferiores y la restauración de cauces y arroyos; o la creación de caballones laterales para minimizar el ruido.
Además, recientemente se han invertido 13.700 euros para la realización de 60 taladros en la barrera que actualmente separa el carril bici de la M-301 de la calzada de la vía para permitir el paso de anfibios y evitar, de este modo, que sean atropellados.
Esta medida se ha adoptado entre los kilómetros 10 y 15 de esta carretera tras comprobarse que en este tramo se producen en determinadas épocas del año migraciones de anfibios, sobre todo sapos, cuyo paso podía verse dificultado por la barrera de separación, lo que incrementaba la posibilidad de que estos animales fueran atropellados al intentar el cruce.