El exalcalde de Serranillos también está imputado por tráfico de influencias por ayudar a su suegro

Antonio Sánchez
EUROPA PRESS
Actualizado: domingo, 7 diciembre 2014 22:41

MADRID 6 Nov. (EUROPA PRESS) -

El exalcalde de Serranillos del Valle Antonio Sánchez Fernández, quien cumple prisión preventiva después de que le sorprendieran llevándose documentación del Ayuntamiento en el marco de la Operación Púnica, también está imputado por un delito de tráfico de influencias que habría cometido el pasado febrero al tratar de ayudar a su suegro con una sanción de tráfico.

Sánchez Fernández acudió como testigo el pasado 16 de octubre a un juico en Valdemoro, de donde salió con unas diligencias abiertas por presunto tráfico de influencias, según ha informado la Asociación Unificada de la Guardia Civil en Madrid (AUGC).

La vista oral se celebró diez días antes de que el entonces regidor fuera detenido en el marco de la 'Operación Púnica', desarrollada en varios municpios madrileños contra una trama de corrupción por el cobro de cimisiones ilegales.

Según AUGC, los hechos se remontan al pasado febrero, cuando en un control de identificación de vehículos y personas en la A-42, a la altura de Torrejón de la Calzada, el suegro de Antonio Sánchez hizo caso omiso a las indicaciones de uno de los agentes, por lo que se procedió a identificarle.

Según consta en la denuncia, el conductor realizó comentarios "despectivos y ofensivos hacia el agente, por lo que se le informó verbalmente de que iba a ser denunciado por desorden en la vía pública y por no respetar las señales de los agentes encargados de dirigir la circulación".

El conductor a su vez denuncia al agente, al que atribuye faltas de respeto hacia su persona. En el informe que el Comandante Alférez del puesto de Valdemoro remite al juzgado, éste hace constar que dos días después de los hechos, Sánchez Fernández hace una llamada telefónica a su teléfono móvil particular en la que se identifica como el alcalde de Serranillos del Valle "al objeto de aclarar y trasladar el malestar de su suegro por la actuación de la patrulla".

El exregidor pregunta al Alférez "si se puede arreglar, y que de no ser así se iba a poner en contacto con el Coronel Jefe de la Comandancia de Madrid, de quien dijo ser muy amigo, para exponerle lo sucedido", según consta en el escrito remitido al juzgado. El agente denunciante fue a su vez denunciado por el suegro de Sánchez Fernández por una presunta falta de amenazas e injurias.

En el juicio celebrado en Valdemoro por este cruce de denuncias el 16 de octubre, el agente representado por AUGC es absuelto de cualquier falta. Por su parte, Sánchez Fernández acudió como testigo de su suegro en el proceso y reconoció en su declaración haber llamado al Alférez de Valdemoro.

Unido a su condición de pareja sentimental de la hija del conductor denunciado, el juzgado no da veracidad a su testimonio y, según recoge la sentencia de 16 de octubre, "además deduce testimonio de la llamada del entonces alcalde al alférez, en la que se podría haber cometido un posible ilícito penal, en este caso el tipificado como tráfico de influencias".

Por ello, el colectivo ha denunciado estas prácticas de aquellos que detentan un cargo público electo, a los que se les supone deben tener una actitud ejemplar en el ejercicio de sus funciones y, sobre todo, dentro de la legalidad.

"Los Guardias Civiles no pueden hacer distinciones entre los ciudadanos a la hora de sancionar, pues se aplica el principio de igualdad ante la Ley. AUGC seguirá denunciando este tipo de prácticas que solo buscan amedrentar a los agentes en el ejercicio de sus funciones y menoscabar su autoridad para hacer cumplir las leyes", ha señalado.

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