Las fiestas del Orgullo Gay se trasladarán fuera de Chueca el año que viene por las reiteradas quejas de los vecinos

Actualizado: martes, 30 junio 2009 23:19

MADRID 30 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las fiestas del Orgullo Gay, que se celebran en el barrio de Chueca, se trasladarán a otra ubicación, aún por confirmar, el año que viene, tras las reiteradas quejas de suciedad, botellón y falta de descanso de los vecinos.

Éste es el compromiso al que han llegado los organizadores con el Ayuntamiento de Madrid, tras la reunión que han mantenido esta tarde con la delegada del Area de Medio Ambiente, Ana Botella, informó hoy el Consistorio.

El objetivo de este cambio de ubicación es "hacer más compatible la celebración de estas fiestas con el derecho al descanso de los vecinos del barrio de Chueca", señaló el Ayuntamiento. Por ello, los organizadores buscarán un lugar alternativo que permita la celebración de este evento que reúne durante estos días a miles de personas.

EVITAR RIEGOS POR LA AGLOMERACIÓN DE PÚBLICO

Según Juan Carlos Alonso, coordinador general de Madrid Orgullo 2009 (Mado), este traslado es "fruto de una petición expresa" del Ayuntamiento de Madrid, lo que ha obligado a la organización y al Consistorio a alcanzar un acuerdo.

El coordinador, en declaraciones a Europa Press, explicó que este cambio de emplazamiento se debe al deseo de ambas instituciones de solucionar dos cuestiones. En primer lugar, para evitar los posibles riesgos que se pueden producir en la vía pública ante "la aglomeración excesiva de público" que se registra durante la celebración, y en segundo lugar, "el derecho a la conciliación entre las fiestas y el descanso de los vecinos".

Por el momento, la organización desconoce cuál será la próxima ubicación de las fiestas, asegurando que se pondrán a trabajar en el tema tras la celebración de la edición de este año, que dará comienzo mañana.

SATISFACCIÓN ENTRE LOS VECINOS

Por su parte, el tesorero de la Asociación de Vecinos de Chueca, Manuel Alcaraz, manifestó a Europa Press su satisfacción por esta "buena noticia". "Nos alegramos muchísimo y esperamos que el Ayuntamiento cumpla su palabra", agregó.

Así, señaló que están "hartos" de los ruidos, el alboroto, el botellón, la suciedad y la falta de descanso que han vivido en los últimos años durante la Semana del Orgullo Gay. "Ya no es un fiesta reivindicativa, sino que se ha convertido en un escenario en el que lucran unos pocos y se emborracha el resto. No es una cuestión de enfrentarse con el colectivo gay, sino de que en el barrio se pueda vivir", añadió.

El miembro de la Asociación de Vecinos de Chueca espera ahora que se haga efectivo este anuncio --que reconoció que entraba dentro sus reivindicaciones pero a medio plazo-- porque "los residentes en el barrio hemos han hablado muchas veces con el Ayuntamiento y a veces no han cumplido con los prometido".

"Hemos mantenido reuniones con el Ayuntamiento desde hace tiempo. El año pasado por estas fechas, antes de que se constituyera la asociación, tuvimos un encuentro con el concejal del distrito Centro, José Enrique Núñez, para preguntarles si tenían plan de evacuación en caso de emergencia en las fiestas y me dijo que las ambulancias siempre se las apañarían", señaló.

DECENAS DE VECINOS ABANDONAN SUS CASAS POR LAS FIESTAS

De hecho, la asociación vecinal lanzó la semana pasada un manifiesto, de cara a las fiestas de este año, en el que relata que decenas de vecinos de Chueca huyen estos días del barrio hartos del ruido, la suciedad y la multitud de estas celebraciones.

"Mucha gente ha empezado a buscarse un lugar donde trasladarse hasta el final de las fiestas, con el consiguiente gasto económico en algunos casos, ya que hay personas que se han buscado incluso hoteles, y el trastorno, en otros, de las rutinas y quehaceres diarios", señaló la presidenta de la asociación, Diana Appott.

Además, asegura que la vida del barrio y sus gentes sufre "un grave disturbio" durante la semana del Orgullo. Así, según una encuesta realizada en el blog de la asociación sobre este asunto, el 85 por ciento de los participantes opina que las fiestas no respeta los derechos de los vecinos.

Entre las razones, alegan que "el atronador nivel de ruido" durante las tardes y gran parte de las noches de cinco días laborables y festivos, "es decir, de descanso para todos, impide el mínimo y necesario desenvolvimiento cotidiano, que implica actividad y descanso".

"No existe ninguna forma de abstraerse o minimizar el impacto del ruido que durante esos días se produce en las calles del barrio --cerrar las puertas y ventanas a cal y canto, recluirse en las partes interiores de las casas-- a excepción de trasladarse a otro sitio", indicó la asociación.

En este sentido, considera que la enorme concentración de gente "fomenta y produce una serie de actos y situaciones que van en detrimento de los esfuerzos del Ayuntamiento y los propios vecinos por mantener el barrio cuidado y habitable, como la rotura de árboles, el arrancado de mobiliario urbano, la rotura de cristales en balcones, la penetración en portales y el destrozo de interiores.

LOS VECINOS PIDEN MÁS POLICÍAS

Igualmente, muchos de los vecinos se van estos días a casa de familiares o amigos por el riesgo de altercados personales como agresiones de mayor o menor gravedad, "que las personas que habitan en el barrio reciben por el simple hecho de querer acceder a sus viviendas" o la llegada al barrio de carteristas al acecho de víctimas entre la gran muchedumbre y avalancha de visitantes.

En materia de seguridad, los vecinos exigen que la dotación de agentes suficientes "que velen tanto para que estas demandas se cumplan, como para que las situaciones de emergencia que afecten a participantes en las fiestas y a moradores del barrio puedan resolverse satisfactoriamente".

"Las situaciones mencionadas en primer término quedarían subsanadas junto al derecho de distintos colectivos a celebrar las fiestas que consideren oportunas, si éstas se llevasen a cabo en un lugar más apropiado que permitiese la afluencia masiva de gente minimizando los riesgos que ello conlleva, la realización de espectáculos con música intensa y duración extensa, sin perjuicio de otros). Manteniendo, si cabe, el valor simbólico del barrio, alguno de cuyos espacios podría reservarse para la realización de algún acto puntual y delimitado en el tiempo", aclaró Appot.

Por todo ello, los residentes de Chueca proponen para este año reducir el número de días de fiestas y el número de escenarios y barras en las calles, "de modo que en ni en cada calle haya barra ni haya más de una por calle"; la disminución del nivel de decibelios, tanto en los escenarios que se monten como en las barras; la reducción del horario de los espectáculos en los distintos escenarios; el respeto a una hora de inicio, que fijan a las 20 horas y una hora de cierre los días laborables de 23 horas y de días festivos de 1 de madrugada.

A la espera de que la organización del Orgullo valore estas sugerencias, la entidad vecinal ha iniciado una campaña de carteles con los lemas 'Recoged vuestra basura', 'Respetad nuestro descanso', que ya han colgado en algunas los balcones.