MADRID 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
La huelga en las escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid convocada por CC.OO., UGT, CSIT-UP y CGT continúa hoy, con unos servicios mínimos del 25 por ciento, y tras una primera jornada de paros celebrada ayer en la que la Comunidad estimó el seguimiento en un 43 por ciento frente al de los sindicatos que lo fijaron en un 80 por ciento.
Entre 30.000 y 50.000 niños (porque aunque no son las más afectadas, también están llamadas a la huelga las escuelas infantiles municipales y las de gestión indirecta) se verán de nuevo perjudicados por los paros, aunque el Gobierno regional garantiza la atención a todos los pequeños que acudan a los centros educativos.
Precisamente, la Comunidad de Madrid sigue sin encontrar una justificación a estas movilizaciones en el ciclo de Educación Infantil, que no tenían lugar desde el pasado mes de abril. No obstante, ante la ausencia de paros, sí han continuado con concentraciones frente a la Consejería de Educación, la última más mayoritaria con recorrido desde la plaza de la Villa hasta Sol.
A la manifestación de ayer, a la que acudió más de un millar de personas, según convocantes, se le suma otra movilización a las 18.00 horas hoy, que partirá de la calle Alcalá, a la altura de la Consejería y concluirá en la Puerta del Sol.
Entre las razones de los que apoyan el movimiento, entre los que se encuentra la propia oposición, la Plataforma de 0-6 años, y la FAPA Giner de los Ríos, está la aprobación del pasado curso de unos Decretos de Requisitos Mínimos en el que se recoge, entre otras cosas, la superación habitual de unas ratios iniciales de 25 niños en 3-6 años, "ya de por sí abusivas e injustificadas pedagógicamente".
En este sentido, consideran que dicho Decreto crea una doble red de centros educativos y asistenciales, "maltratando a los primeros y desentendiéndose por completo de los segundos". "La educación de estas edades no es un asunto privado de las familias ni de los profesionales, sino de toda la ciudadanía", también denuncian.
Además, aseguran que las Políticas Familiares y Laborales no pueden discriminar a los niños pequeños "sometiéndoles a situaciones injustas en su condición de ciudadanos". "No existirá verdadera conciliación laboral y familiar sin una adecuada Política de Primera Infancia integradora de todas las vertientes sociales, culturales, políticas, económicas y educativas, tal y como sucede en los países europeos de nuestro entorno", añaden.